El BCE muestra calma ante la moderación del crecimiento
Tal y como se esperaba, el Banco Central Europeo mantuvo invariables los tipos de interés así como su programa de compra de activos (conocido como QE por sus siglas en inglés). Tras la reunión, Mario Draghi, presidente del BCE, subrayó su preocupación por los riesgos de carácter global asociados al proteccionismo así como por la necesidad de seguir prestando atención a la inflación.
Tal y como anticipaba BBVA Research en su informe ECB Watch, el BCE continuará con su programa de compra de activos, con un ritmo mensual de 30.000 millones de euros hasta septiembre de 2018, o más allá en caso de que la institución “lo estime necesario para cumplir con el objetivo de inflación”. En cualquier caso, la autoridad monetaria europea confía en que la inflación continúe con su tendencia al alza hasta alcanzar el objetivo del 2%. De hecho, Mario Draghi señaló en la rueda de prensa que, aunque la inflación subyacente continúa baja, existen señales positivas en el ámbito de los salarios.
El BCE mantuvo, asimismo, sin cambios los tipos de interés y descartó cualquier tipo de cambio a medio o corto plazo. Según detalló Draghi, los tipos se mantendrán bajos (actualmente se sitúan en 0 y en -0,4% en el caso de la facilidad de depósito) durante un largo periodo de tiempo tras el fin del QE.
En cuanto a la desaceleración del crecimiento que la zona euro ha experimentado en los últimos meses, el presidente del BCE no se mostró particularmente preocupado y la vinculó a factores de carácter “temporal”. De hecho Mario Draghi entiende que estas cifras son parte del proceso de “normalización” económica de la eurozona, ya que vienen precedidas por varios trimestres consecutivos de fuerte crecimiento.
Mario Draghi, presidente del BCE.
Con respecto a las perspectivas económicas Mario Draghi mostró un tono bastante cauto. El presidente del BCE considera que los riesgos asociados al entorno económico de la zona euro se mantienen estables. Sin embargo, reiteró, como ya hizo en su reunión anterior, su preocupación por los riesgos de ámbito global vinculados con el creciente proteccionismo económico.
El BCE no ha querido dar ninguna pista al respecto de la hoja de ruta de su política monetaria ni sobre cuáles serán los próximos pasos en el proceso de normalización, ya que lo considera prematuro con la información actual. En esta línea BBVA Research entiende que, previsiblemente, la institución dará más detalles en la reunión del próximo mes de junio, aunque no descarta que la decisión pueda aplazarse hasta julio. La evolución macroeconómica y de la inflación serán claves a la hora de determinar si la actual desaceleración es solamente temporal o si se trata del principio de un declive del crecimiento en la zona euro. Esto marcará las futuras decisiones que tome la autoridad monetaria europea.
Con todo ello, el escenario planteado por BBVA Research no varía con respecto al mes pasado. En su informe apuesta por un panorama sin cambios, es decir, en el que el BCE concluirá la compra de activos durante el cuarto trimestre de 2018 y subirá los tipos de interés durante 2019, tal y como ya había anunciado previamente.