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Bancos centrales Act. 30 jun 2017

"El BCE jugó un papel fundamental durante la crisis"

El papel jugado por el Banco Central Europeo durante la crisis ha sido fundamental para que la economía europea remonte el vuelo. Quien lo afirma es José Manuel González-Páramo, que vivió en sus propias carnes parte de este proceso como miembro del Comité Ejecutivo y del Consejo de Gobierno del BCE entre 2004 y 2012. Actualmente es consejero ejecutivo de BBVA.

La duración y profundidad de la crisis económica y financiera de los últimos años forzó a las instituciones europeas a tomar decisiones urgentes en un territorio inexplorado. Ahora que la eurozona ha retomado la senda de crecimiento, echando una mirada atrás se puede decir que “el BCE jugó un papel fundamental durante la crisis”, señaló José Manuel González-Páramo este viernes en Santander. El consejero ejecutivo de BBVA está participando en un seminario sobre el futuro de la eurozona, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). El encuentro ha reunido a destacadas personalidades europeas en recuerdo del profesor Jean-Paul Abraham, por su contribución a los estudios de integración monetaria.

JMGP BCE UIMP BBVA

José Manuel González-Páramo en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo

Como principales desafíos de la década pasada, el consejero ejecutivo de BBVA se refirió a la crisis bancaria, la crisis de deuda soberana, el riesgo de ruptura del euro y, finalmente, el riesgo de deflación, como los shocks que pusieron contra las cuerdas a Europa. Esta ‘tormenta perfecta’ se navegó con éxito gracias en parte a las nuevas responsabilidades que tuvo que asumir el Banco Central Europeo, explicó. No solo se convirtió en el único supervisor de los bancos de la eurozona, sino que impulsó medidas no convencionales de política monetaria, algunas de ellas “controvertidas”:

  • Nuevas medidas de liquidez, como las líneas de refinanciación a largo plazo para losbancos, LTRO y TLTRO.
  • Mantener la liquidez de los bancos griegos mediante una línea de crédito de emergencia para prevenir una crisis sistémica, conocida como Emergency Liquidity Assistance (ELA), en momentos en los que se temía por la posible salida de Grecia de la Unión Económica y Monetaria.
  • Sumarse a una acción coordinada con otros bancos centrales para bajar los tipos de interés, el 8 de octubre de 2008.
  • Ofrecer liquidez en moneda extranjera, como una fórmula para prevenir el riesgos istémico y limitar el contagio entre las principales divisas.
  • Poner en marcha el programa de compra de activos ‘Securities Markets Programme’(SMP) en mayo de 2010, para asegurar la liquidez en los mercados de deuda y restaurar la efectividad de la transmisión de la política monetaria.
  • También crear el programa de compras masivas de deuda pública ‘Outright Monetary Transaction’ (OMT), para salvaguardar la integridad del euro.
  • Bajar los tipos de interés oficiales hasta el 0% y mover la facilidad de depósito hasta el terreno negativo (-0,40%) por primera vez en la historia.
  • Asimismo, comenzar a comprar deuda corporativa, y más adelante también deuda pública, mediante el programa ‘Asset Purchase Programme’ (APP).

Ahora, el BCE se encuentra a un paso de empezar a retirar estos estímulos, como ya ha hecho la Reserva Federal en Estados Unidos. Cree que el BCE está siendo “más cauteloso” que la Fed en el proceso de normalización de la política monetaria. En su opinión, debería proceder con una salida gradual y ordenada, y realizar un esfuerzo de comunicación importante para mitigar posibles 'shocks'.

En cuanto a la supervisión de los bancos de la eurozona, apuntó a dos retos cruciales para el BCE en el corto plazo. Primero, armonizar las prácticas regulatorias y supervisoras; y segundo, asegurar la viabilidad de los modelos de negocio de las entidades. En ambos casos, sugirió reforzar la coordinación europea entre instituciones, para que el BCE no corra el riesgo de perder su credibilidad y de asumir la responsabilidad de futuros colapsos de entidades bancarias. También repasó las nuevas fuentes de riesgo sistémico para la estabilidad financiera, como la banca en la sombra, los ciberataques o los nuevos jugadores digitales que han irrumpido en el negocio financiero ('fintech'). Para expandir las herramientas macroprudenciales, considera que una única autoridad macroprudencial en la eurozona sería una buena solución a largo plazo.

Gráfico BCE BBVA

Gráfico sobre las responsabilidades del BCE, en la presentación de José Manuel González-Páramo en la UIMP.

El futuro papel del BCE

Por último, reflexionó sobre el futuro papel del BCE en la eurozona, teniendo en cuenta las prioridades que ha planteado recientemente la Comisión Europea. A corto plazo, esta institución europea propone romper el círculo vicioso entre el riesgo soberano y los bancos, mediante tres vías: reducir los préstamos morosos de las entidades (NPLs); completar la unión bancaria con un respaldo público al fondo único de resolución y un esquema europeo de garantía de depósitos; y completar la unión de mercado de capitales. A medio plazo, la Comisión Europea plantea evolucionar el tratamiento de la exposición soberana de los bancos para crear un nuevo activo seguro en Europa, que pueda servir de referencia en el sistema financiero europeo y también sea un instrumento para impulsar la política monetaria.

Otro desafío a la vista es avanzar en la unión fiscal, creando un Tesoro de la eurozona que tenga competencias para manejar un presupuesto común, emitir deuda y contar con un fondo monetario europeo. Para José Manuel González-Páramo, una política fiscal común ayudaría a descargar al BCE de algunas responsabilidades asumidas durante la crisis.

A modo de conclusión, el consejero ejecutivo de BBVA advirtió que, a pesar del rol fundamental que ha tenido el BCE hasta ahora para proteger el euro de los ataques de los mercados, no puede actuar solo para asegurar la integridad del proyecto europeo. Por tanto, sostuvo que fortalecer el marco legal e institucional es necesario para construir una  Europa más resistente a futuros desafíos.