BBVA Research Perú: Cómo reducir la informalidad laboral
Los trabajos informales, aunque parezcan inofensivos desde cierto punto de vista, terminan afectando negativamente al crecimiento económico de un país, la productividad de los trabajadores y el bienestar social. Según el informe realizado por BBVA Research Perú, en los últimos diez años, la informalidad laboral en Perú se ha moderado gracias a un contexto de mayor dinamismo económico; sin embargo, aún se mantiene en niveles bastante elevados.
El informe revela que más de dos tercios de los trabajadores peruanos son informales. Si bien ha habido una reducción importante, la tasa aún bordea el 71%, lo que implica que más de 7,5 millones de personas laboran en condiciones informales.
Asimismo, en comparación con el resto de América Latina, la tasa resulta desmotivadora. Un país con las características de Perú debería tener una informalidad laboral en torno al 40%, por lo que no solo la tasa es alta en términos absolutos, sino que parece ser también mayor que la de otros países con características similares.
El documento señala que la informalidad laboral tiene efectos perniciosos sobre el crecimiento económico y el bienestar de las personas debido a la reducción de la productividad de los trabajadores, la distorsión en la asignación de los recursos, una menor recaudación tributaria que afecta la provisión de bienes y servicios públicos, un acceso al crédito más limitado y la ausencia de la protección social que brinda el empleo formal.
Para evitar cualquier este efecto pernicioso de manera general el informe plantea tres caminos a través de las cuales se puede impulsar la formalización laboral:
El primero consiste en modificar la normatividad laboral buscando que favorezca la formalización. Para ello, resulta necesario reducir las dificultades que una empresa encuentra para realizar ajustes en la plantilla de trabajadores. Así también, hacer que la reglamentación laboral sea más simple y que guarde proporción con el tamaño de la empresa, además de implementar salarios mínimos diferenciados por sectores productivos y evaluar la introducción de beneficios tributarios para la contratación de empleados formales.
Por otro lado, otra vía para impulsar la formalización consta de mejorar la fiscalización laboral, potenciando las metodologías de detección de informalidad e impulsando que el Estado publicite a las empresas que solo emplean personas en condiciones formales y que trabajan con proveedores que hacen lo mismo.
Y, por último, aunque no menos importante, es indispensable elevar la productividad del trabajador promedio, la cual está relacionada, por ejemplo, con el nivel educativo, con la cobertura y calidad de los servicios de salud, con el desarrollo de la infraestructura y de procesos o productos innovadores.
Finalmente, el informe de BBVA Research Perú revela que además de mejoras en normatividad, fiscalización y productividad, un elemento necesario en el impulso a la formalización laboral es mantener un crecimiento económico importante y sostenido. Un alto y sostenido dinamismo del poder adquisitivo de las personas se traduce en mayor demanda y ventas para las empresas, y por lo tanto, una mayor generación de empleo formal.