BBVA Research: menos crecimiento en Chile ante materialización de riesgos externos e internos
En el transcurso de los últimos tres meses se han producido fuertes ajustes en los mercados financieros internacionales, con consecuencias directas en las perspectivas económicas tanto para Chile como para el resto del mundo.
Es así como la intensificación de algunos de los focos de riesgo con impacto global durante los últimos meses ha gatillado una fuerte volatilidad financiera acompañada de reducciones en el precio de activos más riesgosos, aumentos en primas de riesgo y ajustes importantes en precios de materias primas. Esto ha generado un panorama global mucho menos favorable para aquellas economías percibidas como más vulnerables y principalmente para aquellas exportadoras de commodities, incluido Chile.
En este contexto, ajustamos a la baja la proyección de crecimiento para 2016 y 2017 a 1,8% y 2,5% respectivamente. La materialización de los riesgos externos, sumado a un escenario interno que continúa deteriorado, son los principales argumentos que dan sustento a nuestra proyección, la cual mantiene riesgos bajistas para los próximos dos años. De esta forma, la convergencia hacia tasas de crecimiento potencial, que estimamos en torno a 3%, se posterga ante la persistente debilidad tanto de la inversión como del consumo privado y el deterioro de las condiciones externas.
La inflación se mantiene en cotas elevadas
La inflación se ha mantenido persistentemente sobre el techo del rango de tolerancia de la meta de inflación cerrando el año 2015 con un incremento de 4,4%. Esta evolución ha estado muy determinada por el aumento en el tipo de cambio como respuesta tanto a la apreciación global del dólar como a la caída en el precio del cobre. Sin embargo, proyectamos menores presiones cambiarias en el transcurso del año junto con menores precios de alimentos que llevarían la inflación a diciembre de 2016 a 3,7% con sesgo a la baja, mientras que para 2017 proyectamos la inflación fluctuando en torno a la meta de 3%.
"Los riesgos para la economía chilena siguen sesgados a la baja y vinculados a la evolución de la confianza de los agentes y al escenario externo.
En este contexto, nuestro escenario es compatible con un incremento adicional en la tasa de política monetaria en lo que resta del año hasta el 3,75%. Sin embargo, no descartamos que este alza se postergue o incluso que no se concrete de materializarse los riesgos bajistas sobre la actividad toda vez que la inflación comience a ceder más rápido de lo previsto. En el ámbito fiscal, estimamos que el déficit efectivo en 2016 aumentará hasta 3,3% del PIB si el gasto crece 5,2% este año. Sin embargo, advertimos riesgos de mayor estrechez a partir del próximo año cuya magnitud está sujeta a la incertidumbre del ajuste en los parámetros de referencia que se utilizan para el cálculo de los ingresos estructurales (precio del cobre de largo plazo y PIB tendencial).
Con todo, los riesgos para la economía chilena siguen sesgados a la baja y vinculados a la evolución de la confianza de los agentes y al escenario externo. En este contexto, la evolución de la economía china es la principal amenaza para el crecimiento, aunque consideramos que escenarios que lleven a la economía chilena a entrar en recesión este año tienen baja probabilidad de ocurrencia.
Aníbal Alarcón es economista de BBVA Research Chile