BBVA Research mantiene las previsiones de crecimiento para España en el 2,9% en 2018 y en el 2,5% en 2019
BBVA Research mantiene sus previsiones de crecimiento del PIB para España en un 2,9% para 2018 y un 2,5% para 2019. Sin embargo, aumenta la probabilidad de que se materialicen algunos riesgos que podrían empujar la economía española hacia escenarios de menor dinamismo. Así lo indica en su último informe Situación España, presentado hoy por Jorge Sicilia, economista jefe del Grupo BBVA y director de BBVA Research, Rafael Doménech, responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Research, y Miguel Cardoso, economista jefe de España y Portugal. De cumplirse este escenario, la tasa de paro se situaría en el entorno del 13,5% en 2019, lo que implicaría la creación de 880.000 puestos de trabajo a lo largo de los dos próximos años.
El informe de Situación España confirma que, aunque con una composición de la demanda algo menos virtuosa que en años anteriores, el crecimiento del PIB se mantiene fuerte y podría alcanzar un 0,8% t/t en el segundo y tercer trimestres de 2018. Esta solidez en el desempeño de la actividad económica se explica, primero, por la continuación del crecimiento del gasto en consumo de las familias, a pesar del debilitamiento de algunos de los soportes que lo venían apoyando; y segundo, por el aumento de la contribución del sector de la construcción gracias a la recuperación paulatina de la inversión residencial y a que el gasto en capital público comienza a revertir las pérdidas observadas durante el periodo de reducción del déficit.
Sin embargo, las exportaciones de bienes y la inversión en maquinaria y equipo han mostrado una fuerte desaceleración en la primera mitad del año. Respecto a los flujos comerciales, el informe destaca que son varios los factores que han afectado a la competitividad de los productos españoles como, por ejemplo, la apreciación del tipo de cambio del euro frente al dólar en la segunda mitad de 2017 o el incremento en el precio del petróleo. A esto se suman un entorno de menor crecimiento en algunos de los principales socios comerciales del país y ciertos problemas de oferta en sectores específicos.
A pesar de lo anterior, las exportaciones en servicios se han acelerado, aunque en el caso de las turísticas, lo hacen con una tendencia en los precios muy distinta a la de años anteriores. En particular, se observa una ralentización en los ingresos medios por habitación debido a la mayor competencia de destinos alternativos, a la disrupción provocada por la entrada de nuevos actores como consecuencia del cambio tecnológico y a los distintos eventos a los que se ha enfrentado el sector, como los ataques terroristas o la tensión política.
En definitiva, en el primer semestre de 2018 se mantiene la aportación del consumo privado, crece la de la construcción y se reduce la de los sectores enfocados a la demanda externa.
El impulso de la política económica compensará a corto plazo la mayor fuerza que ejercen algunos vientos de cara
La prolongación del proceso de normalización de la política monetaria convencional mantendrá el coste de financiación de la economía española en niveles reducidos. Esto contribuirá a que la apreciación del tipo de cambio del euro frente al dólar sea algo menos intensa que la advertida previamente, lo que dará un impulso adicional a las exportaciones y el PIB que, en promedio anual será cercano a los 0,9pp y los 0,2pp, respectivamente. Además, las previsiones que se presentan en esta publicación incluyen las medidas aprobadas en los Presupuestos Generales del Estado para 2018 (PGE 2018), que introducen un sesgo expansivo en la política fiscal que puede añadir cerca de cuatro décimas al PIB.
Todo lo anterior, junto con la inercia positiva que muestra la economía española, permitirá compensar la mayor fuerza que se advierte en algunos de los desafíos que se ciernen sobre la economía española. Entre estos, destaca, a nivel externo, la revisión al alza en los precios del petróleo (hasta el entorno de los 70 dólares por barril). Puesto que ello responde en su mayor parte a perturbaciones en la oferta, y dada la dependencia energética de la economía española, esto podría restar cerca de tres décimas al crecimiento en el presente año y seis décimas durante el próximo.
De izquierda a derecha: Rafael Doménech, Jorge Sicilia, Miguel Cardoso y Esther Jiménez
La recuperación no será suficiente para el cumplimiento del déficit
El servicio de estudios de BBVA prevé que, en un escenario en el que no se hubieran producido cambios en la política fiscal, el ciclo económico podría haber reducido el desequilibrio en las cuentas públicas en casi nueve décimas del PIB en 2018. Sin embargo, las políticas discrecionales adoptadas, por ejemplo, en los Presupuestos Generales del Estado en 2018, compensarán buena parte de la mejora cíclica, de manera que el déficit del conjunto de las administraciones públicas en 2018 se reduciría solo tres décimas, hasta el 2,8% del PIB. Para 2019, y pendientes de evaluar las medidas que pudieran incluirse en los presupuesto para el siguiente año, se espera una nueva reducción hasta el 2,1% del PIB. En este contexto, España podría salir del Protocolo de déficit excesivo en 2018.
Por otro lado, las estimaciones de BBVA Research sugieren que la tasa de paro podría situarse en el entorno del 13,5% en 2019. Así, y a pesar de que se espera una composición de la demanda algo menos virtuosa que la prevista hace tres meses, el avance de la actividad sería suficiente para crear cerca de 878.000 puestos de trabajo en el bienio 2018-2019.
Los riesgos procedentes del entorno global aumentan
El precio del petróleo vuelve a subir y se espera que permanezca alrededor de un 10% por encima de lo previsto hace tres meses. Este encarecimiento se debe a restricciones de oferta más que a un aumento de la demanda, por lo que previsiblemente tendrá un impacto negativo sobre la economía española.
Por otra parte, EE.UU. ha decidido elevar los aranceles a la importación de algunos productos europeos. Aunque no se espera que el impacto sea significativo para las empresas nacionales, aumenta el riesgo de que se produzca una espiral de aumento en las barreras al comercio que a medio plazo detenga el proceso de globalización, lo que alteraría la vulnerabilidad de la economía española. Además, ha vuelto a aumentar la incertidumbre en países como Italia o Alemania, lo que ha podido influir en el lento avance hacia una mayor integración europea.
Todo esto explica, al menos en parte, un entorno de menor actividad en la UEM y la revisión a la baja que se hace de las previsiones de crecimiento del PIB en la eurozona en 2018. Para 2019, persisten las incertidumbres asociadas al proceso de negociación del ‘brexit’ entre la UE y el Reino Unido.
Aumenta la incertidumbre sobre la política económica
Según el servicio de estudios de BBVA Research, la incertidumbre sobre el entorno político en Cataluña ha disminuido aunque sus efectos sobre la actividad económica permanecen. Se observa una desaceleración en la economía catalana, que abarca indicadores relacionados con el mercado laboral, el consumo, la inversión y el turismo.
Por otro lado, el aumento de la incertidumbre que se produjo con el cambio de Gobierno en España se ha visto moderado por la intención expresa de aprobar los Presupuestos Generales del Estado presentados por el Gobierno saliente. En todo caso, se mantienen las dudas acerca de las políticas que se implementarán, por ejemplo, para reconducir el déficit público. Particularmente, BBVA Research estima que el impulso fiscal hará que el déficit público se sitúe en el 2,8% en 2018, aumentando el déficit estructural.
También existe incertidumbre sobre el alcance y dirección de las políticas que podrían aprobarse de cara a mejorar la sostenibilidad de las cuentas públicas a medio plazo, reducir la tasa de paro o la de temporalidad, incrementar la tasa de actividad o mejorar la productividad. A esto se le suma la urgencia de impulsar una ambiciosa agenda de reformas en un entorno donde prevé un punto de inflexión en la política monetaria.