BBVA Research mantiene las expectativas positivas sobre la economía española para el bienio 2018-2019
BBVA Research mantiene sus previsiones de crecimiento del PIB para 2017 y 2018 en el 3,1% y el 2,5% respectivamente. Además, espera que la recuperación continúe en 2019 (2,3%), y que la mejora de la economía comience a trasladarse a un crecimiento de los salarios. Así lo indica en su último informe Situación España, presentado hoy por Jorge Sicilia, economista jefe del Grupo BBVA y director de BBVA Research, Rafael Doménech, responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Research y Miguel Cardoso, economista jefe de España y Portugal. De cumplirse este escenario, la tasa de paro se situaría en el 13,4% a finales de 2019, lo que implicaría la creación de 860.000 puestos de trabajo a lo largo de los dos próximos años.
El informe de Situación España confirma que, a pesar de la incertidumbre de la política económica, el crecimiento podría haber alcanzado un 0,8% t/t en el último trimestre de 2017. Esta recuperación se explica por el comportamiento positivo del consumo público y privado y por la continuidad en la recuperación del resto de componentes de la demanda. Así, destacan el repunte de la inversión en maquinaria y equipo, el aumento de la inversión residencial al final del año y la recuperación de las exportaciones de bienes frente a las de servicios, que se mantienen débiles debido en parte a la tensión política en Cataluña.
De cara al primer timestre de 2018, BBVA Research prevé una moderación en el crecimiento del PIB, que se situaría en torno al 0,6-0,7% trimestral. Al respecto, BBVA Research sostiene que la incertidumbre sobre la política económica ha disminuido significativamente, pero se mantiene elevada tras marcar un máximo histórico en octubre y su impacto podría continuar haciéndose notar durante la primera mitad del año. Además, de no disiparse o incluso si aumentase, esta fuente de incertidumbre podría condicionar de forma más significativa las decisiones de los distintos agentes. Con todo, los datos conocidos permiten mantener las perspectivas de crecimiento hacia delante, de manera que el presente año podría finalizar con un avance del 2,5%, que podría dar paso a una moderada desaceleración que situaría el crecimiento en el 2,3% en 2019.
Los fundamentos de la economía, apoyan la continuidad de la recuperación
BBVA Research ha destacado que el entorno internacional continúa siendo favorable para la economía española. Así, se revisa al alza el crecimiento global y, en especial el de Europa, lo que beneficia el crecimiento de España debido a la diversificación de las exportaciones; el precio del petróleo continúa bajo a pesar de la revisión al alza; y la prima de riesgo es relativamente baja.
A nivel interno, la política fiscal mantendrá un tono prácticamente neutral. No obstante, la recuperación cíclica va a ayudar a reducir el déficit público. Esto habría sido suficiente para cumplir con la meta de 2017, y para reducir el desequilibrio en las cuentas públicas hasta el entorno del 2,3% del PIB durante 2018. Así, el país saldría del procedimiento de déficit excesivo en durante el presente año.
La incertidumbre se mantiene alta
A pesar de su disminución desde los máximos alcanzados, la incertidumbre sobre la política económica, debida a la situación de Cataluña, continúa y ha repercutido en algunas variables de la economía española. Así, aunque los indicadores de empleo, producción y confianza han mantenido un tono relativamente positivo, se observa ya un impacto en los indicadores financieros. El efecto sobre el crecimiento agregado de la economía real podría ser más evidente a partir del primer semestre de 2018. Este impacto, aunque limitado en el corto plazo, será más elevado en Cataluña que, de hecho, ya acusa un efecto en las cifras de gasto en consumo y turismo. En este contexto, los resultados tras la formación de gobierno serán claves. De cualquier modo, por el momento el impacto parece limitado y en línea con lo previsto hace unos meses.
El paro disminuirá más de 3pp entre 2018 y 2019
Las estimaciones de BBVA Research sugieren que la tasa de paro podría situarse en torno al 13,4% al final de 2019, lo que implicaría una bajada de más de 3 puntos a lo largo del bienio 2018-2019. El incremento del 4% del salario mínimo interprofesional (SMI) en 2018 apenas condiciona las perspectivas del mercado laboral, dado el reducido porcentaje de trabajadores que lo perciben y la expectativa de que no se transmita al resto de la distribución salarial, pero sí que puede dificultar el acceso al empleo de ciertos colectivos. No obstante, no se puede descartar un agotamiento de la recuperación del empleo, como consecuencia de restricciones de capacidad en algunos sectores o de falta de mano de obra cualificada. Así, a medida que el desempleo cíclico se absorba, es posible que se observe una ralentización de la recuperación de la ocupación parcialmente compensada por un aumento de los salarios. Lo anterior podría aumentar la desigualdad entre aquellos que tienen un puesto de trabajo y los que no.
La recuperación favorece el cumplimiento de los objetivos del déficit
A lo largo del bienio 2018-2019, el ciclo económico continuará aminorando el déficit, tanto por el efecto de los estabilizadores automáticos como por la reducción de las prestaciones sociales, a lo que se sumará una menor carga de intereses. Así, dada la ausencia de nuevos anuncios de política de ajuste, el déficit se reduciría tan solo por el impacto del ciclo, y se situaría en torno al 2,4% del PIB en 2018 y el 1,7% en 2019, ligeramente por encima de los objetivos de estabilidad requeridos por la Comisión Europea.
Los riesgos externos e internos persisten
Si bien las previsiones contempladas no difieren significativamente de las presentadas hace tres meses, continúa habiendo riesgos externos e internos que podrían limitar el crecimiento.
A nivel externo, persiste la incertidumbre en torno al comercio global, ligada al devenir de la política comercial en Estados Unidos y a la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Además, las consecuencias de las dificultades de formar gobierno en Alemania y de las próximas elecciones en Italia permanecen como una incógnita adicional en el panorama exterior.
En el entorno doméstico, la incertidumbre sobre la política económica sigue siendo relevante tras las elecciones en Cataluña, a pesar de haberse moderado respecto al máximo histórico alcanzado a principios de octubre. De esta manera, se estima que esta fuente de incertidumbre podría restar entre 0,1 y 0,3 puntos al crecimiento del PIB tanto en 2018 como en 2019. Si la incertidumbre no se disipa favorablemente o se incrementa, podría llegar a tener un impacto más relevante sobre las decisiones económicas de empresas y familias.