BBVA Research: La actividad económica de Uruguay sigue estancada pero mejoran las perspectivas para 2017
Según la publicación “Situación Uruguay” de BBVA Research, la economía uruguaya crecerá 0,5% en 2016 gracias al dinamismo del sector eléctrico. Desde el lado de la oferta, la elevada hidraulicidad permitió la generación de energía a bajo costo mientras que desde el punto de vista del gasto, el sector movilizó en forma considerable la inversión, tanto pública como privada, asociada a proyectos de energía renovable.
Si bien la economía se encuentra relativamente estancada, desde mediados del 3T-16 han mejorado las perspectivas, alejando cualquier posibilidad de recesión. La reciente desaceleración de la inflación, por menor presión cambiaria, se ha traducido en un aumento del poder adquisitivo de las familias y esto se ha traducido en los aumentos del índice de confianza.
Para 2017 BBVA Research espera un crecimiento del orden del 0,8% que vendrá determinado principalmente por el sector externo. En este sentido, el informe resalta el retorno a las sendas de crecimiento el próximo año de Brasil (+0,9%) y de Argentina (+3,2% a/a) que podrían dinamizar las exportaciones uruguayas. Las mejoras en el consumo privado, sin embargo, serán lentas en la medida en que se consolide la desaceleración de la inflación y, de este modo, el aumento en los salarios reales compense, al menos parcialmente, la suba del desempleo.
BBVA Research espera un crecimiento significativo de la inversión pero recién a partir de 2018 al concretarse la instalación de la tercera planta de celulosa que demandará unos USD 4.000 millones de inversión privada y otros USD 1.000 millones en infraestructura a cuenta del sector público. Al igual que para las dos primeras plantas de pasta de celulosas instaladas en el país, los capitales ingresarán como Inversión Extranjera Directa (IED) y determinará un deterioro temporal de la Cuenta Corriente en la medida en que se disparen las importaciones de bienes de capital requeridos durante la fase de construcción de la nueva planta.
Teniendo en cuenta entonces, que el déficit externo se ubica en 1,5% del PIB, este deterioro de la cuenta corriente no representará un aumento de la vulnerabilidad externa, pues estará financiado con IED.
Ajuste fiscal insuficiente
Tal como está planteado, el ajuste fiscal no luce suficiente para lograr la meta de un déficit de 2,5% del PIB en 2019.
La necesidad de “cuidar el Investment Grade” planteada por el gobierno a comienzos de 2016 impulsó una serie de medidas tendientes a reducir el desequilibrio fiscal que por entonces se había deteriorado significativamente. De hecho, en el marco de la Rendición de Cuentas 2015, realizada en junio de este año, la estimación oficial para el déficit de 2016 ascendía a 4,3% del PIB. Desde BBVA Research, sin embargo, la estimación fiscal para 2016 luce más optimista que la oficial (3,8% del PIB) debido a que en los últimos meses ha mejorado la coyuntura, posibilitando una mejor performance de los ingresos fiscales que la estimada meses atrás.
La presentación remarca que “a lo largo de todo 2016, el principal ajuste fiscal está dándose vía tarifas de los servicios públicos, al dejar de ser utilizadas para controlar la inflación y comenzar a reflejar la política comercial de las empresas públicas. Para 2017 está previsto un incremento en la alícuota del IRPF (impuesto a la renta de las personas físicas) que se sumará al cambio realizado en el IRAE (impuesto a las rentas de actividades económicas) a comienzos de 2016. Sin embargo, para BBVA Research estas medidas tendrán efectos contrapuestos ya que por un lado incrementará la recaudación de impuestos específicos pero al mismo tiempo esto desalentará el consumo, impactando negativamente en la recaudación del IVA. El déficit de 2017 está previsto en 3,5% del PIB.
Menor presión cambiaria da un respiro a la inflación
La apreciación del peso uruguayo que se ha evidenciado desde fin del primer trimestre de 2016 ha obedecido fundamentalmente a una mejora del Real en Brasil y menores expectativas de suba de la tasa de la Fed tras Brexit. A estos factores externos se suma, según BBVA Research la ausencia de grandes demandantes de dólares en el mercado doméstico, refiriéndose a las AFAP’s e Instituciones Bancarias. En el primer caso, tienen sus posiciones en los topes regulatorios mientras que los bancos mantienen sus balances con las posiciones ya armadas. Las previsiones de tipo cambio se ubican en $28,4 por dólar para diciembre de 2016 con una ligera depreciación hacia el 2017 cerrando el año en $30,7 por dólar.
La inflación continuará manteniéndose fuera del rango objetivo del BCU aunque estiman que la moderación en el crecimiento de los precios se extienda en los próximos años. En este sentido, la moderación en el crecimiento de los salarios reales a partir del nuevo esquema de pautas salariales nominales decrecientes junto con el perfil más contractivo de la política monetaria ayudarán a una mayor desaceleración de la inflación que estiman en 9,3% para 2016 y 8,7% para el próximo año.
Finalmente, el año 2017 comienza signado por mucha expectativa respecto de la dirección que tome la política de EE.UU. a partir de la nueva presidencia de Donald Trump (20 de enero). Con todo, la incertidumbre sobre el curso futuro de la política económica en EE.UU. bajo la nueva administración aún es muy elevada como para poder prever el impacto que tendría sobre la economía uruguaya.