BBVA Research estima que el PIB de Castilla-La Mancha se acelera en 2018 hasta el 2,8%
BBVA Research prevé que la economía castellanomanchega mantenga un crecimiento sólido, alcanzando el 2,8% en 2018 y un 2,6% en 2019. Así lo indica el Servicio de Estudios de BBVA en su último informe ‘Situación Castilla-La Mancha’, presentado hoy por el economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, y Juan Carlos Hidalgo, director de la Territorial Centro de BBVA. De cumplirse estas previsiones, podrían crearse unos 48.000 empleos en el bienio y la tasa de paro se reduciría hasta el 14,8% al final de 2019.
La economía de Castilla-La Mancha vuelve a acelerarse en 2018. En el primer semestre de este año, el PIB regional podría haber crecido a un ritmo del 0,8% trimestral, lo que permitiría que, en el conjunto del año, la actividad en la región se pueda incrementar en un 2,8%, tres décimas por encima de como lo hizo en 2017. Para el tercer trimestre de este año, los indicadores disponibles señalan que la actividad se desacelerará ligeramente, hasta el 0,7% t/t.
Según, BBVA Research, esta evolución de la economía castellanomanchega se debe al buen comportamiento del consumo privado, y se produce a pesar de la desaceleración de la inversión en bienes de equipo y las exportaciones, que no obstante, mantienen un tono favorable. El crecimiento del consumo privado continúa a buen ritmo, apoyado por el dinamismo de la creación de empleo. La inversión en vivienda crece, pero esto no se ha trasladado aún a los precios. También el sector público ha impulsado tanto el consumo como la inversión. Adicionalmente, el sector turístico regional, aunque tiene un peso menor que en otras comunidades, mantiene un comportamiento positivo.
En este contexto, el crecimiento en 2018 de la comunidad se podría situar en torno al 2,8%, y alrededor del 2,6% en 2019, completando así cinco años de crecimiento anual promedio del 3,0%. Diversos factores contribuirán a este avance. Por un lado, la solidez de la creación de empleo debería continuar apoyando el dinamismo del consumo privado. Por otro lado, la laxitud de la política monetaria, en un contexto de lenta normalización, permitirá mantener unas condiciones financieras que impulsarán la inversión. En el ámbito de la política fiscal, los Presupuestos Generales del Estado aprobados para 2018 apuntan a un tono más expansivo, que impulsa la renta de los hogares en la segunda mitad de este año.
48.000 nuevos empleos entre 2018 y 2019
De cumplirse el escenario planteado para Castilla-La Mancha, entre el final de 2017 y el de 2019 se espera que se puedan crear unos 48.000 puestos de trabajo, y reducir la tasa de paro hasta el 14,8% al final de dicho periodo, todavía 7 p.p. por encima del nivel pre-crisis.
La creación de empleo se está produciendo a un ritmo relativamente elevado, destacando Albacete, Toledo y Guadalajara. No obstante, aunque a finales de 2019 Castilla-La Mancha podría haber recuperado el nivel de PIB absoluto y per cápita de antes de la crisis, el empleo será aún un 4,5% inferior al máximo alcanzado en la anterior época expansiva.
En este entorno BBVA Research señala la necesidad de seguir incidiendo en políticas que ayuden a reducir más rápidamente la tasa de desempleo, la temporalidad, y a incrementar la productividad del factor trabajo. Para ello, es preciso aprovechar las oportunidades de la cuarta revolución industrial, mejorar el capital humano, la atracción de talento, la rápida adopción de nuevas tecnologías y el incremento del tamaño medio de las empresas.
Retos de la economía castellanomanchega en el escenario actual
En un entorno donde las perspectivas de crecimiento de la comunidad autónoma se mantienen sólidas, BBVA Research ha observado señales de desaceleración que suponen exigentes retos a medio plazo para la economía castellanomanchega.
Diversos factores externos e internos pueden suponer un sesgo a la baja en las previsiones. Así, el incremento de la demanda interna podría ser menor que en años anteriores. Esta desaceleración se explica principalmente por el agotamiento del empuje ligado a la “demanda embalsada” durante la crisis, así como la pérdida de tracción de los vientos de cola y la normalización progresiva de la política monetaria. Asimismo, el repunte del precio del petróleo de los últimos meses tendrá un efecto negativo sobre la renta disponible de los hogares y los costes de producción de las empresas.
Finalmente, algunos indicadores como la afiliación sugieren que perdura el efecto contractivo de la incertidumbre sobre la economía catalana, lo que podría condicionar negativamente el comportamiento de la economía castellanomanchega.
En el entorno de la economía castellanomanchega, la probabilidad de algunos riesgos ha aumentado respecto a hace unos meses. Así, aunque la incertidumbre de política económica en España parece reducirse, persisten las dificultades sobre el tono de la política fiscal hacia 2019. Fuera de España, un aumento adicional del precio del petróleo, el desenlace del proceso de negociación del brexit, el aumento de las tarifas arancelarias o un menor crecimiento en la UEM podrían inducir una desaceleración del crecimiento del PIB regional.
Evolución de la población en Castilla-La Mancha
En este informe también se presenta un análisis de la evolución de la población de España y Castilla-La Mancha entre 1950 y 2016. Según el Servicio de Estudios de BBVA, en Castilla-La Mancha se observa un rápido proceso de envejecimiento, en línea con el resto de España. Esto se traduce en un fuerte aumento del peso de la población de más de 65 años. Sin embargo, el nivel de envejecimiento de la región es mayor que el del conjunto de España, y sólo entre 2000 y 2010 en influjo migratorio fue capaz de revertir temporalmente esta tendencia de envejecimiento.