BBVA Research estima que el PIB de la Comunitat Valenciana crecerá al menos un 2,4% tanto en 2018 como en 2019
BBVA Research prevé que el PIB de la Comunitat Valenciana crezca al menos un 2,4% tanto en 2018 como en 2019. Así lo indica el servicio de estudios de BBVA en su último informe ‘Situación Comunitat Valenciana’ presentado hoy por Rafael Doménech, responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Research y Carlos Rodríguez, director regional de la Territorial Este de BBVA. De cumplirse estas previsiones, se podrían crear más de 100.000 puestos de trabajo y la tasa de paro se reduciría hasta el 13,3% a finales de 2019. A pesar de este incremento de la actividad, siguen siendo necesarias reformas que continúen reduciendo los desequilibrios que todavía persisten.
Los datos disponibles reflejan que la economía valenciana se mantuvo muy dinámica en el segundo semestre de 2017, con un crecimiento promedio del 0,8% trimestral (un 3,2% en todo el año). El comportamiento favorable de la economía valenciana se debió a algunos componentes de la demanda como el empuje del consumo privado, el repunte de la inversión o la recuperación de las exportaciones apoyada por el aumento del comercio mundial.
A corto y medio plazo, la mejora del entorno exterior, la política monetaria, que continuará siendo expansiva, y el precio del petróleo, que aunque aumentará lo hará de forma moderada, también contribuirán al crecimiento de la economía valenciana.
El impacto limitado de la incertidumbre sesga al alza las previsiones económicas
Sin embargo, todavía persisten algunos riesgos. La incertidumbre derivada del entorno político en Cataluña podría restar entre tres y cuatro décimas al PIB valenciano en 2018, siendo una de las comunidades más expuestas.
No obstante, los datos apuntan a que el impacto, de momento, ha sido muy limitado y transitorio. El elevado dinamismo del empleo en el arranque de 2018 apunta un sesgo al alza en las previsiones de crecimiento, si bien el impulso de los factores externos favorables compensa el impacto de la incertidumbre.
A la incertidumbre por la política catalana se suman también la dificultad para continuar sosteniendo el crecimiento del sector turístico, las consecuencias que podrían derivarse de un eventual aumento del coste de financiación, en una economía con un elevado nivel de apalancamiento público y privado, o los efectos sobre los flujos externos del 'brexit'.
Crecimiento positivo y estable
El crecimiento de la economía valenciana en 2017 se debió, principalmente, al empuje del consumo privado, apoyado por la mejora de la confianza, la reducción de los tipos de interés y el aumento de las nuevas operaciones de crédito. Además, las reformas implementadas en años anteriores, junto a la reducción de los desequilibrios acumulados por el sector privado en el período anterior a la crisis, favorecieron el crecimiento de la inversión, en particular de la construcción no residencial.
Por otra parte, el aumento del comercio mundial favoreció a las exportaciones de bienes y el sector turístico alcanzó un nuevo récord de visitantes a pesar de la pérdida de vigor del turismo procedente de España. Por último, el sector público autonómico también se ha mostrado algo más expansivo que en años anteriores.
Los resultados de la encuesta BBVA de Actividad Económica en la Comunitat Valenciana, correspondientes al último trimestre de 2017, son consistentes con esta visión de una economía dinámica y cuyas expectativas siguen siendo favorables.
Creación de al menos 100.000 nuevos empleos
Las previsiones de crecimiento del PIB para el próximo bienio, con un crecimiento en el entorno del 2,4% para los dos años, permitirán la creación de 100.000 empleos entre 2018 y 2019, y la reducción de la tasa de paro hasta el 13,3% a finales del bienio.
Si se cumplen estas previsiones, el crecimiento de la región se situará en línea con la media española para el bienio 2018-2019 y, a finales de 2019, se recuperará el nivel del PIB tanto absoluto como per cápita, aunque el empleo y las tasas de paro se encontrarán aún lejos de esos niveles.
Sin embargo, siguen siendo necesarias políticas que reduzcan los actuales desequilibrios de la economía valenciana. Así, hay que continuar con la mejora de la percepción de solvencia de las cuentas autonómicas, avanzar en medidas que incrementen la productividad, el tamaño medio de las empresas y su capital tecnológico y humano, y aprovechar las oportunidades de la cuarta revolución industrial para mantener e incluso mejorar la competitividad.