BBVA reafirma su compromiso por el desarrollo sostenible en el Día de las Naciones Unidas
BBVA, en su calidad de socio de la Red Española del Pacto Mundial de la ONU, trabaja para favorecer la sostenibilidad y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La celebración del Día de las Naciones Unidas es un buen motivo para recordar el papel que juegan las empresas en la vida de las personas y la necesidad de un compromiso firme para garantizar un futuro mejor.
El 24 de octubre es el Día de las Naciones Unidas, una fecha que marca el aniversario de la entrada en vigor de la Carta de las Naciones Unidas en 1945 y que se celebra desde 1948. En esta jornada es tradición que se organicen encuentros, reuniones, debates, eventos y exposiciones sobre las metas y logros de la organización. Sin embargo, lo que realmente hace que este día sea especial es la oportunidad que supone para reconocer el trabajo de la ONU y facilitar un espacio de reflexión sobre lo que las personas y las empresas pueden hacer a favor de la paz, los derechos humanos y el desarrollo.
Una red de empresas responsables
Las empresas tienen un rol importante en la búsqueda de las soluciones que demanda la ONU para mejorar el mundo y que cuenta con su propia hoja de ruta: los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Las compañías implicadas en los ambiciosos retos, planteados por los ODS, forman parte de la Red de Pacto Mundial; una plataforma encargada de sensibilizar y ayudar al tejido empresarial a que contribuya a esta nueva agenda de desarrollo cuyo horizonte es el año 2030. De esta forma, las empresas se han situado, por primera vez, como agentes clave del desarrollo sostenible al mismo nivel que los estados.
La misión de la Red de Pacto Mundial es favorecer la sostenibilidad empresarial e implantar en su estrategia y su día a día, además de los ODS, los principios universales de conducta y acción en materia de Derechos Humanos y Empresa, normas laborales, de medio ambiente y de lucha contra la corrupción.
El ecosistema español
El Pacto Mundial de Naciones Unidas también opera en España a través de la Red Española. La plataforma cuenta con más de 2.500 entidades con un perfil de lo más variado: el 14% son grandes empresas, el 76% son ‘pymes’ y el 10% lo forman entidades del tercer sector, sindicatos, asociaciones empresariales e instituciones educativas. La Red Española, cuenta con el mayor número de firmantes y fue una de las primeras plataformas nacionales del Pacto Mundial. Este ecosistema destaca por su modelo de gestión y su estructura organizativa, considerada una de las más avanzadas del Pacto Mundial, y por su dinamismo y sus actividades a favor de la implantación de los 10 Principios del Pacto Mundial que favorecen la sostenibilidad empresarial y el desarrollo sostenible.
BBVA pertenece a esta gran red como socio y ha incorporado a su ADN la implantación de la responsabilidad social en la empresa y el compromiso de cumplir con la agenda inclusiva que marca la consecución de los ODS. Dentro de este ecosistema empresarial, BBVA comparte sus experiencias y conocimientos y aporta a la Red un perfil experto que enriquece a otras empresas y entidades. Su adhesión implica que comparte el objetivo del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y se compromete a llevar a cabo una gestión ética basada en los 10 Principios del Pacto Mundial.
Un ejemplo es su Fundación Microfinanzas, creada con la misión de promover el desarrollo económico y social sostenible e inclusivo de emprendedores vulnerables en América Latina. Actualmente atiende a casi dos millones de personas y ha sido reconocida por Naciones Unidas por su contribución a la consecución de los ODS. Especialmente al fin de la pobreza y al empoderamiento de la mujer.
BBVA suma esfuerzos con más actores clave del desarrollo sostenible y forma parte de otras iniciativas de Naciones Unidas como la UNEP Finance Initiative, la asociación mundial de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el sector financiero. Además, suscribe los Principios para la Inversión Responsable (PRI), cuyo objetivo es incorporar las cuestiones ambientales, sociales y gubernamentales en las decisiones sobre inversiones.