BBVA pagó 2.800 millones de euros en impuestos en 2015
El Grupo BBVA pagó 2.816 millones de euros en impuestos el ejercicio pasado por su actividad en todo el mundo. Su contribución fiscal global (que suma los impuestos propios y los que gestiona de terceros) se elevó a 8.157 millones de euros. Por tercer año consecutivo, BBVA hace públicas las cifras de su contribución fiscal, cumpliendo así con su principio corporativo de transparencia y su compromiso de responsabilidad social.
Para calcular la contribución fiscal global a lo largo de un ejercicio fiscal, BBVA sigue la metodología Total Tax Contribution (TTC) de PwC, que suma los diferentes impuestos (de sociedades, laborales, IVA...) que paga una entidad por su actividad propia y los que gestiona como intermediario para las autoridades tributarias de cada país o región donde está presente.
De esta manera, de los 8.157 millones de euros generados por la actividad fiscal de BBVA, 2.816 millones corresponden a los impuestos propios, mientras que 5.341 millones fueron por la gestión de las obligaciones tributarias de terceros.
“BBVA pretende ser un contribuyente ejemplar. La información sobre su gestión tributaria es concisa, consistente y adaptada en el tiempo”, asegura José María Vallejo, director de Asesoría Fiscal del Grupo BBVA. A través del Informe de Contribución Fiscal Global, el banco desglosa cada año, de forma voluntaria, el pago de impuestos en aquellos países en los que tiene una presencia significativa.
Por áreas geográficas, la mayor parte de los impuestos se pagaron en Latinoamérica (2.957 millones de euros), España (1.910 millones) y México (1.666 millones).
Con respecto a la contribución fiscal propia de BBVA en 2015, el impuesto de sociedades representa el porcentaje más significativo (39,84%), seguido del IVA (22,98%) y de los tributos relativos a empleados y profesionales (22,83%). El resto (14,35%) correspondió a impuestos sobre la propiedad inmobiliaria, sobre actividades económicas y a tasas locales, entre otros.
En 2015, BBVA aprobó su nueva estrategia fiscal, que recoge los principios que deben guiar su actuación en materia tributaria y que supone un paso adicional en su política de transparencia y responsabilidad social. Entre sus puntos básicos incluye: fomentar la obligación de tributar por el valor que genere una actividad empresarial en cada país, establecer una relación de cooperación mutua con las administraciones tributarias y trabajar de manera activa para favorecer un nuevo entorno digital en la gestión fiscal.