BBVA Momentum se tiñe de verde apostando por empresas que reducen emisiones
El Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2 es una jornada clave para recordar la labor de muchas empresas que trabajan para minimizar los efectos del cambio climático. BBVA Momentum, el programa de apoyo al emprendimiento social de BBVA, cuenta en su ecosistema con varias compañías que han puesto en marcha diversas soluciones con un objetivo en común: conseguir un planeta más sostenible.
Sun Supply
Las energías renovables son una alternativa eficaz a los efectos contaminantes de los combustibles fósiles. Bajo esta premisa trabaja la empresa colombiana Sun Supply: “A través de la energía solar, ayudamos a nuestros clientes a compensar su consumo energético al mismo tiempo que mitigamos su impacto ambiental”, cuenta su director de Operaciones, Carlos Andrés Martos. Esta compañía trabaja en tres campos: implementación de energía solar para que las empresas completen su red eléctrica, instalación de paneles solares en viviendas e integración de plantas solares para fincas rurales: “De esta forma, reducimos la huella indirecta de carbono de las organizaciones y generamos conciencia ambiental en las personas”.
Sun Supply concibe la energía solar como un vehículo de integración para las poblaciones que viven en comunidades aisladas donde no llega la red eléctrica. El impacto de su trabajo en la vida de estas personas es tremendamente positivo, “ayudamos a mejorar su calidad de vida”. La compañía está consiguiendo generar conciencia medioambiental a través de la experiencia práctica: “Como nuestros productos son de interacción directa con los usuarios, generamos experiencias reales de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente”.
© Sun Supply
On The Road Lending
La empresa ganadora de BBVA Momentum 2018 en Estados Unidos está afrontando el problema del tráfico masivo de una forma eficaz con su modelo de financiación de vehículos respetuosos con el medio ambiente. “Estamos reduciendo efectivamente los costos de los préstamos para las familias trabajadoras al mejorar su solvencia crediticia”, explica su fundadora, Michelle Corson. El trabajo de esta compañía se centra, sobre todo, en los trabajadores menos cualificados que se ven obligados a aceptar empleos mal remunerados a los que se tienen que desplazar utilizando coches baratos y contaminantes. Los especialistas de On The Road Lending les ofrecen una asesoría personalizada y trabajan con una red de concesionarios de automóviles para encontrar el vehículo sostenible que mejor se adapte a sus necesidades
Su labor tiene un gran impacto en la vida de los trabajadores ya que, al mejorar su movilidad, pueden encontrar oportunidades de empleo más ventajosas. Al mismo tiempo, se ahorran emisiones a la atmósfera y la calidad del aire de la región mejora. En definitiva, el impacto de On The Road Lending se expande en tres direcciones: “Beneficia a los empleados reduciendo los costes de rotación, fortalece a las comunidades al reducir el empleo precario y provee de oportunidades económicas a los trabajadores de menor cualificación”.
© On The Road Lending
EMASP
La unión hace la fuerza, sobre todo cuando se trata de trabajar a favor del medio ambiente. EMASP, la primera cooperativa de consumo de energía renovable y fin social de Navarra, es un buen ejemplo de compromiso conjunto: “El objetivo del equipo de gestión no es el lucro, sino trabajar y gestionar la empresa al servicio de los intereses de los socios consumidores con las mejores condiciones posibles de información y precio”, explica su director general, Jesús Sánchez-Ostiz. “Los socios no sólo consumen electricidad, sino que tienen voz y voto en la gestión”.
EMASP compra energía “100% renovable” y conciencia a los clientes sobre su impacto medioambiental, pero su trabajo va más allá: “Ofrecemos herramientas que facilitan la involucración de las personas en los proyectos sociales y permiten que los socios consumidores puedan donar a dichos proyectos sus beneficios conseguidos, de manera simple, intuitiva y voluntaria”.
© EMASP
El Buen Socio
El nombre de esta empresa social mexicana, perteneciente al ecosistema de BBVA Momentum, resume a la perfección su espíritu: “Somos una institución financiera ética dedicada a dar financiamiento a proyectos productivos con impacto ambiental o social positivo en zonas rurales o de alta marginación”, explica su fundadora, Karla Breceda.
El Buen Socio ofrece asesoramiento y soluciones personalizadas a los emprendedores rurales y créditos sin plazos ni costes fijos preestablecidos, con tasas de interés competitivas. Este trabajo se complementa con una red de apoyo que resulta fundamental para aumentar su impacto: “Hemos forjado una sólida red de alianzas con organizaciones de la sociedad civil, especializadas en el trabajo con productores en zonas rurales, lo que nos permite difundir entre ellas nuestra oferta de crédito”.
Los proyectos que apoya El Buen Socio se centran en poblaciones con un grado alto de vulnerabilidad al cambio climático y siempre “con certificación de prácticas amigables con el medio ambiente”. Hasta la fecha, esta empresa de inversión de impacto, ha conseguido apoyar a más de 1.100 emprendedores con cuyo trabajo se han logrado plantar casi 3.000 árboles y conservar más de 1.500 hectáreas de bosque.
© El Buen Socio