BBVA y Fedea analizan la evolución del gasto público
BBVA Research y la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) han analizado en un informe la reciente historia de las cuentas públicas españolas, en el que analizan la evolución del gasto público y plantean una nueva estrategia para asegurar la solvencia de las finanzas públicas en el futuro.
El informe, elaborado por Rafael Domenech, economista jefe de Economías desarrolladas de BBVA, Ángel de la Fuente, director de la fundación Fedea y el profesor Javier Andrés, de la Universidad de Valencia, asegura que los recortes en el gasto público no han dejado a los servicios fundamentales sin los recursos necesarios para mantener los niveles anteriores a la crisis.
El documento, que analiza la evolución del gasto público desde los primeros años del euro, destaca un extraordinario aumento hasta 2009, un incremento que solo se ha revertido ‘en parte’ desde entonces. Esta información ha sido avalada recientemente por la Intervención General del Estado, que refleja que el gasto real por habitante de las Administraciones Públicas se ha reducido casi un 9% entre 2009 y 2014. Sin embargo, de 2003 a 2009, hay un incremento acumulado de 23 puntos porcentuales que, en conjunto, supone un aumento neto de un 14% en ese periodo, entre 2003 y 2014.
En cuanto al gasto real por habitante en sanidad y educación, el documento refleja fuertes ganancias hasta 2009, acompañadas de un recorte en los últimos años que lo sitúan en niveles similares previos a la crisis de 2007, con un crecimiento del 18% durante el conjunto del periodo analizado. La subida supone una tasa de crecimiento anual en torno a un 1,5%.
Gasto público per cápita
Según indica el informe de BBVA Research y Fedea, el gasto público per cápita en 2014 fue similar al que hubo en 2007 porque los servicios públicos han contado con los medios para resistir la crisis mejor de lo que habitualmente se dice, a pesar de que ha supuesto un esfuerzo muy considerable, sobre todo cuando se tiene en cuenta que la renta per cápita ha disminuido un 8,8% en el mismo periodo.
Para los economistas estos datos plantean la eliminación del déficit presupuestario público, se necesita un esfuerzo continuo de racionalización del gasto, así como un incremento en la recaudación tributaria que debería ser lo menos distorsionante posible. Por este motivo consideran que es necesario una nueva estrategia que asegure la solvencia de las finanzas públicas en los próximos años.
Una estrategia basada en reformas estructurales que incrementen de forma significativa y sostenida el nivel de ocupación y la tasa de crecimiento de la economía, aportando recursos fiscales que mitiguen el ‘trade-off’ existente entre la presión fiscal por un lado y, por otro, la protección social y la calidad de los servicios públicos.