BBVA Perú, antes BBVA Continental, una historia del sistema financiero del país
La historia de un país se puede escribir a partir de sus instituciones y lo que éstas representan para las vidas de sus ciudadanos. En la segunda mitad del siglo XX, lentamente las haciendas que circundaban la capital peruana fueron cediendo ante el ímpetu urbanizador de una ciudad en crecimiento con nuevas necesidades y demandas. […]
La historia de un país se puede escribir a partir de sus instituciones y lo que éstas representan para las vidas de sus ciudadanos. En la segunda mitad del siglo XX, lentamente las haciendas que circundaban la capital peruana fueron cediendo ante el ímpetu urbanizador de una ciudad en crecimiento con nuevas necesidades y demandas.
Así, el Banco Continental inició sus operaciones un 9 de octubre de 1951. Su sede estaba ubicada en la calle General La Fuente, en el centro de Lima. Su capital inicial fue de 45 millones de soles, que en cuatro años le permitió abrir tres nuevas oficinas. A la par con la expansión que se vivía en Lima, el Banco Continental abrió la primera sucursal en la calle Capón, donde los migrantes chinos desarrollaron bullente zona de comercio.
El Banco Continental, ahora BBVA Perú, inició su historia en el sistema financiero peruano en 1951 y se fortaleció notablemente con la llegada de BBVA en la década del 90
Otra oficina, inaugurada en 1955, fue la de Surquillo, donde se había instalado una gran cantidad de obreros y empleados ávidos de acceder a una mejor vida. La tercera oficina del banco se abrió en el Callao, el primer puerto del país, que gracias al automóvil había dejado de ser una provincia remota.
El mundo de los años sesentas fue sacudido por los Beatles, el Che Guevara y el mayo francés. Pero también por la ambición generalizada de conquistar el futuro, ya sea con el primer hombre en la luna, el bikini de Claudia Cardinale o las pruebas atómicas en los mares de Hawaii. El Perú no fue la excepción a estos tiempos de renovación. La oscilación entre juntas militares de gobierno y procesos democráticos, no impidió que el país de aquellos años buscara insertarse en ese mundo electrónico, moderno, cosmopolita.
El primer cajero automático del Perú se llamó Ramón. Fue instalado en la sede central del banco en 1982.
Precisamente, el espíritu visionario del banco también se vio reflejado en su vocación tecnológica, una de las líneas maestras por las que se ha conducido hasta la actualidad. En 1967, el Banco Continental empezó a trabajar la información con procesadores IBM, toda una novedad en el país. Para el 73, su solidez se veía expresada en el capital de 600 millones de dólares y la firmeza de sus operaciones, sostenida por la confianza de sus miles de clientes.
En 1982, el banco reafirmó su vocación de futuro con la instalación del primer cajero automático del Perú. Un ATM con nombre propio: Ramón. Aunque algunos quisieron ver en él una alusión histórica al dios egipcio Amon-Rá, padre del sol y los vientos, éste provenía de la simplificación de la frase en inglés que describía su trabajo: Rapid Money.
Consciente de que su compromiso con el país trascendía el ámbito económico, el Banco Continental creó Edubanco, Fundación para el Fomento de la Educación y la Cultura que, a partir de 1972, impulsó notables proyectos editoriales. Diez años antes, el Continental también había iniciado las primeras exhibiciones de arte en sus galerías.
Hoy, esa labor que abarca todas las expresiones del arte --desde el cine, el teatro, la fotografía, la música y la literatura-- es asumida por la Fundación BBVA Continental. El programa emblemático de la Fundación actualmente es “Leer es estar adelante”, que promueve, con el respaldo del Estado y la empresa privada, una completa metodología para mejorar la compresión lectora en los colegios de las zonas más humildes y alejadas del país.
Aspecto de la construcción del edificio emblemático de BBVA Continental en 1979
Conforme la ciudad se fue expandiendo, el banco tuvo la necesidad de acondicionar una nueva sede. Así, en 1979, se inició la construcción del edificio en Córpac, San Isidro. Una imponente construcción levantada apenas a unos metros de lo que era el antiguo aeropuerto de Limatambo, actual sede del Ministerio del Interior. El edificio se erige en lo que fue el único autocine que funcionó en Lima y hoy es protagonista indiscutible de la zona financiera de la ciudad.
Hasta aquí llegó, a mediados de los años 90, la modelo alemana Claudia Schiffer para protagonizar un desfile de modas en la sede del banco, como imagen de la entidad. Eran los días de las súper modelos, una generación irrepetible de deidades de las pasarelas que se encargaron de elevar a las tops a la categoría de superestrellas.
No fue sino hasta fines de la década de los 80 que la discusión de un estado liberal y una economía de mercado se pusieron sobre el tapete. La férrea oposición del escritor, hoy Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, a la pretensión de estatizar la banca y el sistema financiero, fue el detonante para dejar de lado el modelo estatista y empezar una serie de reformas en la administración pública. Ideas que se afianzaron en la década de los noventas y que propiciaron la privatización de una gran cantidad de empresas.
En ese contexto, en 1995, el Banco Continental fue adquirido por el Banco Bilbao Vizcaya (BBV) y el grupo peruano Brescia. Así, se conforma el BBV Continental con el 22.57% del total de los activos del sistema bancario del país. Hoy, convertido en BBVA Continental –con la incorporación del Banco Argentaria en 1999—, es la segunda entidad financiera más importante del Perú, con más de 300 oficinas en todo el país y cerca de 6 mil trabajadores. En Perú se inició la historia internacional de BBVA, que actualmente tiene presencia en 35 países y cuenta con más de 137.000 empleados a nivel mundial.
BBVA Continental se ha transformado en una empresa de referencia en el país no solo por sus resultados económicos, sino también por sus altos índices de reputación que lo constituyen en una entidad de confianza para todos los peruanos. A ello se suma el intenso proceso de digitalización de los servicios y productos que contribuirán decididamente a convertir en realidad el propósito que impulsa las voluntades de las miles personas que laboran en esta institución: poner al alcance de todos los peruanos las oportunidades de esta nueva era.
En junio de 2019, con la implantación de la estrategia de marca única en todo el mundo, BBVA Continental pasó a llamarse BBVA Perú, cambio que ha implantado de igual manera el grupo financiero en todas las geografías en las que está presente.