BBVA Asset Management: “La subida de las bolsas puede superar holgadamente el 10% en 2021”
El 2021 debería ser un año de fuerte rebote del crecimiento económico global, si se confirma la superación de la pandemia y gracias a los estímulos monetarios y fiscales. En este entorno, BBVA Asset Management estima que las bolsas pueden vivir un año “bueno o muy bueno” en bolsa, debido a fuertes crecimientos de los beneficios por acción y a unas valoraciones sostenibles. “Las subidas pueden superar holgadamente el 10% en el año, especialmente en el caso de las bolsas europeas”, ha afirmado Joaquín García Huerga, director de Estrategia Global de BBVA Asset Management (BBVA AM), durante la presentación de la ‘Visión de mercados 2021’.
“La recesión ha sido muy pronunciada pero muy corta, y aunque los rebrotes del COVID-19 ponen en riesgo las cifras del cuarto trimestre de 2020, en términos agregados el mercado, con razón, da por finalizada la recesión”, señala García Huerga. Según las previsiones de BBVA AM, 2021 debería ser un año de fuerte crecimiento global, con cifras superiores al potencial en todas las economías relevantes, por la superación de la pandemia y los estímulos fiscales y monetarios.
Por regiones, la gestora de activos de BBVA prevé un crecimiento del 3,8% para la economía de Estados Unidos, tras caer un 3,8% en 2020. El apoyo de la política tanto fiscal como monetaria, con unas condiciones financieras muy favorables, la menor incertidumbre política y la posibilidad de que haya una amplia distribución de vacunas frente al COVID-19 desde comienzos de año mejoran las expectativas de crecimiento, especialmente en el sector servicios, de cara al segundo semestre.
Con respecto a la zona euro, BBVA AM estima que 2020 se puede cerrar con una dura caída del PIB del 7,4%, casi tres puntos más que en 2009, y eso considerando que el tercer trimestre ha sido muy bueno, porque la previsión para este año era todavía peor. En cuanto al 2021, la primera mitad del año seguirá condicionada por la pandemia (por lo que se esperan unas tasas de crecimiento relativamente bajas). Sin embargo, las noticias sobre la alta eficacia de las vacunas, así como su rápida disponibilidad, podrían permitir adelantar la vuelta a la normalidad de los sectores más perjudicados, lo cual implicaría un fuerte rebote en la segunda mitad del año, cuando el efecto del Fondo de Recuperación Europeo también actuará como viento de cola. Con todo, el PIB de la zona euro conseguirá recuperar los niveles pre-COVID a finales del año que viene, con una estimación de crecimiento del 5% para el conjunto del año.
En el caso de China, el control de la pandemia y las medidas de estímulo han permitido una rápida recuperación del PIB hacia niveles pre-COVID. De cara a 2021, cabe esperar un crecimiento del PIB del 8% o incluso superior, que vendría de la mano tanto del consumo privado (apoyado por la mejora del mercado laboral) como de la inversión (pese a la ralentización prevista en el mercado inmobiliario). América Latina tendrá una recuperación más lenta que otras zonas dentro del contexto global. El consenso estima un crecimiento ligeramente superior al 4%, aunque con cierto riesgo a la baja. Los fuertes estímulos para hacer frente a la pandemia (superiores al 11% del PIB en Chile o Brasil) han puesto presión sobre las finanzas públicas e incrementado los niveles de endeudamiento en la región. Estos desequilibrios presionan a los gobiernos a recomponer las cuentas públicas, restando potencial de recuperación interna y condicionando buena parte de la recuperación al efecto arrastre del ciclo global.
Joaquín García Huerga, director de Estrategia Global de BBVA Asset Management.
Las bolsas, impulsadas por los beneficios
Según BBVA AM, los beneficios por acción de los principales índices bursátiles deben experimentar un rebote considerable en 2021 y 2022. Partiendo de unos beneficios deprimidos en 2020, especialmente en Europa, las empresas se deben beneficiar de un contexto social más normalizado con la llegada de las vacunas, de un relevante apalancamiento operativo por la reducción de costes implementada, que hará subir los márgenes, así como de los estímulos proporcionados por la política monetaria y fiscal. “Aun así, queremos poner una pequeña nota de cautela a las estimaciones de beneficios del consenso, dentro de nuestro escenario central, porque la pandemia tiene y va a tener un impacto negativo estructural en varios sectores como el turismo o la hostelería, y también implica que los tipos de interés estarán en mínimos durante más tiempo”, matiza Joaquín García Huerga.
Los fuertes crecimientos de los beneficios por acción y unas valoraciones elevadas pero sostenibles por el entorno estructural de bajos tipos de interés hacen posible considerar que el año 2021 puede ser bueno o muy bueno en bolsa, especialmente en el caso de Europa. Las subidas pueden superar holgadamente el 10% en el año, especialmente en el caso de las bolsas europeas. Dentro del escenario central que maneja la gestora, incluyendo el pago de dividendos, el Euro Stoxx 50 tendría un potencial del 19,4% en 2021; el S&P 500, del 10,4%, y el Ibex 35, del 19,5%, hasta los 9.400 puntos.
La gestora muestra una ligera preferencia por las bolsas emergentes frente a las desarrolladas, especialmente en la zona asiática, apoyadas por la buena evolución de China. “Las bolsas emergentes pueden verse favorecidas en 2021 por varios factores: un dólar estable o ligeramente más débil y por el soporte de unas políticas monetarias laxas que dejan los tipos reales cerca de cero. En menor medida contarán con el apoyo de políticas fiscales expansivas”, señala García Huerga.
BBVA AM estima que los tipos de interés han hecho un suelo estructural, de largo plazo, en los países desarrollados, por lo que el progresivo aunque lento repunte de los mismos debe servir como catalizador de una rotación sectorial, de la que se verían beneficiados financieros, industriales, materiales básicos y energía. Además, la recuperación económica y de la inflación apoyaría a los sectores más cíclicos en detrimento de los de corte más defensivo y con más deuda en balance, como pueden ser productos básicos de consumo o ‘utilities’.
Se mantienen las políticas monetarias acomodaticias
En Estados Unidos, la inflación subyacente en 2021 va a estar determinada por la rápida reducción esperada en la capacidad ociosa de la economía, que compara favorablemente con la fuerte caída de la demanda y el ajuste de precios que se ha producido este año a raíz de la pandemia. Así, se espera una inflación general media del 2,3%. En la zona euro, en cambio, la debilidad de la demanda mantendrá la inflación por debajo del 1%.
En la zona euro se espera que los tipos se mantengan en terreno negativo (-0,5%)
Todo ello hace prever que las políticas monetarias seguirán siendo acomodaticias. “Dadas las sendas de PIB e inflación prevista, y nuestro pronóstico de la Fed, la política monetaria del BCE seguirá siendo acomodaticia durante todo el 2021”, explica García Huerga. En la zona euro se espera que los tipos se mantengan en terreno negativo (-0,5%). No se descartan nuevas subastas de liquidez por parte del Banco Central Europeo, y que se mantenga el programa especial contra la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés), hasta finales de 2021.
Infraponderar los bonos de gobiernos
La rentabilidad que ofrecen los bonos de los gobiernos se encuentra en mínimos históricos. Además, en los países desarrollados, esa rentabilidad es negativa en casi todos los casos, lo que unido a unas previsiones de tipos de interés iguales o ligeramente superiores llevan a BBVA AM a recomendar infraponderar estos bonos en las carteras. “Sin embargo, nos siguen pareciendo atractivos los bonos de gobiernos de países emergentes, de forma diversificada, porque tienen una rentabilidad claramente positiva, y en general los bancos centrales de estos países mantendrán una política monetaria similar a la actual”, señala García Huerga.
En cuanto al crédito, en el mes de marzo de 2020, y debido a la ampliación del diferencial de crédito por la pandemia, los bonos corporativos se convirtieron en un activo financiero muy atractivo en términos de rentabilidad esperada ajustada por el riesgo. Desde entonces, el diferencial de crédito se ha ido estrechando; el activo ha tenido rentabilidades muy positivas, y por tanto ahora la rentabilidad esperada para los próximos doce meses es moderada o incluso baja. La gestora tiene una ligera preferencia por el ‘high yield’ de la eurozona.
BBVA Asset Management estima que en 2021 habrá estabilidad en el tipo de cambio del euro/dólar en torno a 1,18. En cuanto a las materias primas, se prevé un precio del petróleo estable en la zona de 45 a 47 dólares por barril. La gestora no encuentra atractivo el oro a los niveles actuales de cotización, mientras que la recuperación cíclica favorece la demanda y el precio de los metales industriales.