BBVA Asset Management: “El mundo no está al borde de otra crisis económica global”
Durante 2018 ha habido una gran serie de factores externos que han hecho perder la confianza de los inversores, traduciéndose en un aumento de volatilidad en los mercados. Sin embargo, para el equipo de Inversiones de BBVA Asset Management este “buen ciclo económico” no ha llegado a su fin: el mundo no está al borde de otra crisis económica global.
Que 2018 ha sido un año muy complicado en lo que a inversión se refiere no es un secreto para nadie. Los inversores empezaron el año con buenas previsiones, pero las economías y las bolsas mundiales han sufrido algunos ‘shocks’, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el ascenso del populismo o el baile de las políticas monetarias, que han truncado lo que parecía un año lleno de beneficios. Como cada año, BBVA Asset Management presentó a sus clientes institucionales la visión de los mercados para el año corriente, y las decisiones que se van a tomar para la construcción de sus carteras.
Celebrada el 31 de enero en Madrid, y con más de 150 asistentes, la presentación de la conferencia corrió a cuenta de Luis Vadillo, director de Pensiones y Negocio Institucional de la gestora, en la que destacó la importancia de la transparencia y la comunicación en el mundo de las inversiones: “Debemos contaros cómo vemos los mercados y qué vamos a hacer con vuestras carteras de inversión, incluso a riesgo de poder equivocarnos. 2018 ha sido un año realmente complicado, pero lo hemos paliado con la gestión activa, la diversificación, no sólo geográfica, sino también de los activos, cambiando estrategias y los procesos de inversión”, aseguraba.
“Hace un año decíamos que, en 2018, el mundo no se encaminaba a una recesión, y así ha sido”, continuaba Joaquín García Huerga, director de Estrategia Global de BBVA Asset Management. Haciendo un repaso de las previsiones económicas y de los mercados, con un mundo en crecimiento éstos han tenido mal comportamiento. Un fenómeno que estaba previsto en general en la renta fija, y especialmente en el crédito, como así ha sido, pero no en las bolsas. Con la excepción de Brasil, todas han cerrado en negativo, a pesar de que los beneficios empresariales han subido.
Entre las bolsas, la que mejor desempeño tuvo fue el S&P 500, que acabó con un descenso del 4,4%, mientras que el Ibex 35 cayó un 10%. “Ha sido un año duro, la renta fija ha estado en negativo todo el año, salvo en diciembre, que fue el momento en el que arrojó beneficios”, explicó García Huerga. A pesar de ello, la recesión económica mundial ni está cerca, ni se la espera, y el 3,7% de crecimiento mundial en 2018 sólo se quedó a una décima por debajo del pronosticado.
En esta línea, para Joaquín, la posibilidad de que Estados Unidos entre en recesión es bastante baja, por lo menos a un plazo de tres o seis meses. Hay que pensar en plazos de un año o superiores para que esta probabilidad empiece a ser significativa.
De izquierda a derecha: Enrique Gómez, de BBVA Quality Funds, Alberto Gómez-Reino, director de Inversiones de Clientes Institucionales de BBVA AM, y Joaquín García Huerga, director de Estrategia Global de BBVA AM.
Si el ciclo económico es distinto, su análisis también debe serlo
Existen otros factores externos, además de los económicos, que afectan hoy en día a las bolsas y mercados de todo el mundo. Durante esta jornada de inversión se mencionaron dos muy concretos:
- El auge del populismo. Tanto a derecha como a izquierda, este fenómeno ha ido in crescendo en los últimos años. Desde Trump y sus tuits, pasando por Nicolás Maduro en Venezuela, hasta llegar al ‘Brexit’ en Reino Unido. Todo esto sin olvidar el ascenso de los partidos euroescépticos. Un fenómeno que “cotiza en los mercados”, aumentando la incertidumbre de los inversores y dando fuelle a las primas de riesgos de estos países.
- La guerra comercial Estados Unidos-China. “Una amenaza seria y no un capricho de Donald Trump”, porque lo que sí que es cierto es que el déficit de la balanza comercial de EE.UU. con China alcanzó durante el año pasado los 400.000 millones de dólares.
La estrategia de inversión durante 2019
2018 comenzaba como una continuación del año anterior, con un entorno económico favorable y un mejor tono relativo de EE.UU. frente al resto del mundo. Este escenario positivo ha ido empeorando progresivamente, tras una serie de factores como las subidas de tipos de la Fed, la fortaleza del dólar y, fundamentalmente, la amenaza de guerra comercial y la incertidumbre política en diferentes partes del planeta. Todos estos efectos han terminado por afectar a las perspectivas económicas y a los mercados de una manera global y especialmente en el mundo emergente.
“Es un año atípico. Los mercados han sufrido una pérdida de confianza grande y progresiva”
“Es un año atípico. Los mercados han sufrido una pérdida de confianza grande y progresiva”, comentó Alberto Gómez-Reino, director de Inversiones de Clientes Institucionales de BBVA AM.
Este escenario de mayores tensiones comerciales y geopolíticas hay que enmarcarlo en la tendencia iniciada, hace unos años, de normalización monetaria de la Reserva Federal. Esto supone más presión sobre el endeudamiento de las empresa, el sector público y sobre las valoraciones de algunos mercados financieros como las bolsas o los bonos corporativos.
Todo esto ha llevado a unas rentabilidades muy malas en la mayoría de clases de activos en el año. En la primera parte del mismo eran los mercados emergentes y las economías más abiertas las que se comportaron peor. En la última, el mercado más defensivo hasta la fecha (el norteamericano) tuvo una fuerte corrección al mostrar síntomas de contagio del deterioro global mencionado. En cuanto a los bonos gubernamentales, de máxima calidad crediticia, han rentado en positivo en el año pero menos que en períodos similares al vivido en la actualidad y en todo caso concentrado dicho movimiento al alza en las últimas semanas del año.
El escenario de rentabilidades potenciales bajas de medio plazo se mantiene, dadas las elevadas valoraciones de las principales clases de activos. “Seguimos creyendo que debemos seguir mejorando el potencial de rentabilidad de las carteras incrementando la diversificación de clases de activos, pasando de un foco europeo a uno más global, e incorporando nuevas clases de activos a las mismas como son las estrategias de retorno absoluto o los mercados privados”, comentó Alberto.
Con todo, el escenario de la volatilidad no ha desaparecido: hay más restricciones derivadas de las políticas monetarias y más riesgos en los mercados. Así, Gómez-Reino aseguró que “empezamos 2019 de forma defensiva, y, aunque ahora esté subiendo la rentabilidad de los bonos, debemos ser prudentes”.
Enrique Gómez, de BBVA Quality Funds, explica qué son los fondos privados.
Los fondos privados, un activo a tener en cuenta
En este contexto, uno de los activos en los que BBVA Asset Management lleva invirtiendo desde hace algunos años, es el de fondos privados. Este tipo de fondos invierte en el capital (normalmente con posiciones mayoritarias o de control) o financia compañías que no cotizan en bolsa o, que si cotizan, tienen el objetivo de que dejen de hacerlo. Su objetivo es dirigir la estrategia de la compañía que adquieren con el fin de incrementar las ventas, diversificar la base de clientes, realizar una expansión internacional y profesionalizar la gestión, entre otros. Es una gestión de las compañías en las que la alineación de intereses entre inversores, entidad gestora del capital y equipo directivo de las compañías es muy alta. Los fondos compran habitualmente 10-12 compañías, las gestionan durante 5-6 años y posteriormente las venden. Son fondos, por tanto, con una vida finita, de unos 10-12 años aproximadamente.
La industria de fondos privados lleva existiendo desde hace más de 50 años. Actualmente, hay bajo gestión cerca de 6.000 billones de dólares americanos en fondos privados, lo que representa un 6%, aproximadamente, del total de la industria de gestión de activos.
Adicionalmente, en los últimos años los gestores con mejor rentabilidad han lanzado fondos sucesivos de mayor tamaño que el de sus predecesores, incrementando los mínimos de inversión exigidos a los inversores para poder acceder a sus fondos por encima de los 5, 10 o incluso 20 millones de euros. Estas cifras de inversión son sólo accesibles para grandes clientes institucionales como fondos soberanos, 'endowments', grandes fondos de pensiones o, como comenta Enrique Gómez de BBVA Quality Funds, “gestoras que tengan la capacidad de agregar de manera conjunta la inversión de multitud de fondos de pensiones”.
Asimismo, es clave “disponer de un proceso de selección robusto e independiente que integre no sólo aspectos cuantitativos, sino aspectos cualitativos como el análisis del equipo gestor, procesos de toma de decisiones, valoración de las compañías, búsqueda de compañías y posterior venta así como aspectos relacionados con la Inversión Socialmente Responsable”. Para ello, continuaba Enrique Gómez, es “fundamental contar con un equipo de Due Diligence que analice estos aspectos que van más allá del trabajo cuantitativo de análisis”.