Banco de México, firme ante las decisiones de política monetaria
Uno de los objetivos más importantes del Banco de México es mantener las expectativas inflacionarias, lo que implica una política monetaria que dé certeza, a través de la toma de decisiones en las Juntas de Gobierno sobre los cambios en la tasa de referencia, que hoy se ubica en 7.75%.
Carlos Serrano Herrera, economista en jefe de BBVA Bancomer, hace un análisis en el artículo 'Banco de México: decisión acertada', publicado en el periódico El Financiero, sobre la última Junta de Gobierno. En una votación dividida entre cuatro miembros que estuvieron a favor y uno en contra, decidieron no incrementar la tasa de política monetaria en 25 puntos base, lo cual resulta adecuado para la economía del país.
Aun cuando la inflación general ha tenido un repunte, Serrano señala que “este se explica fundamentalmente por los aumentos en los precios de los energéticos, lo cual constituye un choque temporal de oferta al que la política monetaria no debería reaccionar”, ya que lo más importante es que la inflación subyacente sigue estable y sin indicadores de una trayectoria ascendente. Entre agosto y septiembre pasó de 3.63% a 3.67%, cuatro centésimas más.
El economista advierte de que “sería un grave error que la política monetaria reaccione a una variación así con una sola observación”. Además, precisa que “habría que reconocer que la política monetaria es ya muy restrictiva. La tasa de interés real supera el 4% cuando su valor neutral debe de estar entre 1.5% y 2%”, lo que representa la tasa más alta en diez años y que ha tenido efectos negativos en algunos tipos de crédito.
Lo más importante es que la inflación subyacente sigue estable y sin indicadores de una trayectoria ascendente
Al referirse al miembro que votó en contra, Serrano dice que valorar subir la tasa de política monetaria sólo porque se piensa que no se alcanzará la previsión actual para la inflación general no es un argumento de peso, y apunta que “desde luego que la política monetaria debe de actuar con firmeza cuando existen presiones de demanda o cuando las expectativas de inflación estén desancladas”, pero no debe actuar cuando hay choques temporales de oferta, una caída de precios y las expectativas bien ancladas.
El líder de estudios económicos de BBVA Bancomer, destaca que siempre se puede lograr una convergencia eficiente y más rápida al objetivo de inflación subiendo las tasas, pero también hay que tomar en cuenta los efectos a la economía. “Hacerlo significaría pagar un costo en términos de crecimiento sin recibir un beneficio en términos de inflación ya que la política monetaria es ineficiente ante choques de oferta”, señala.
Serrano considera que es un acierto de la Junta de Gobierno esté atenta a las condiciones de la economía y destaca que hasta ahora no se ha observado un traspaso del tipo de cambio a los precios, en un año en que el peso se ha apreciado frente al dólar y en que los escenarios de una depreciación abrupta se ven lejanos derivado del anuncio del nuevo acuerdo comercial entre Canadá, Estado Unidos y México. Por lo que Banxico deberá dar un seguimiento “al potencial traspaso en precios del tipo de cambio y a la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos”. Lo que sin duda le otorga al banco central mexicano credibilidad y lo hace consistente con sus comunicados anteriores.
La colaboración completa para el periódico El Financiero se publicó el 19 de octubre de 2018 y puede consultarse en el siguiente link.