La banca móvil y los canales físicos, los nichos de ingresos del sistema financiero
A pesar del aumento de la popularidad de la banca móvil, los canales físicos suponen el 28% de los ingresos del sistema financiero, pero se espera que en 2020 alcancen el 32%.
Según los datos proporcionados por Efma and Backbase a Business Intelligence, el sistema financiero espera poder aumentar sus ingresos en los próximos cinco años gracias, sobre todo, a la banca móvil, pero también al mantenimiento de los canales físicos, en detrimento de la banca online.
El número de usuarios que acceden a sus cuentas a través de su ordenador se va a reducir drásticamente. Según el estudio, el 24% de los bancos indican que la mayor parte de sus ingresos provienen de los usuarios que se conectan a través del ordenador, la llamada banca online.
Sin embargo, los encuestados coinciden en señalar que estos datos bajarán de forma “drástica” en el año 2020, ya que, advierten, solo el 6% de los usuarios accederá a su banco a través de la web.
Por ello, en este estudio se han trazado sendas estrategias sobre las que se basará el desarrollo del ecosistema financiero en los próximos años, centrado en la banca móvil, sin olvidar el canal físico:
El crecimiento de la banca online estará impulsado por los móviles, y no por los ordenadores como está ocurriendo hasta ahora. El canal móvil se está convirtiendo en un elemento imprescindible para muchos usuarios. Según dicho estudio, el 91% de la generación millennial tienen un smartphone y el 65% de ellos realizan acciones bancarias a través de su móvil.
El desarrollo de los canales físicos. A pesar del aumento del uso de la banca móvil, es importante continuar desarrollando estos canales para atender las necesidades de sus clientes. De hecho, el 44% de los millennials no se plantea renunciar a tener dinero en efectivo, por lo que se plantea la estrategia de combinar estos canales físicos con la banca móvil.
Entre este tipo de productos híbridos se pueden encontrar los cajeros automáticos que van a funcionar sin tarjeta de crédito, como los que plantea Bank of America, entre otros.