B20: es el turno de Argentina
Han pasado ya ocho años desde que el B20, conocido como “el G20 de las empresas”, se reunió por primera vez con el objetivo de proporcionar a los líderes del G20 propuestas en busca de un desarrollo más inclusivo. Desde entonces, se han establecido varias políticas constructivas, aunque los principales problemas económicos y sociales que afronta el mundo siguen sin resolver. El B20 no solo se ha convertido en un faro innovador que arroja luz sobre cómo afrontar estos desafíos, sino que también juega un papel crucial dentro del G20. En 2018, le toca a Argentina liderar esta misión.
Este año, el B20 está compuesto por 8 grupos de trabajo que se reúnen periódicamente para desarrollar las recomendaciones que se debatirán en la cumbre del B20 en Buenos Aires, el 4 y 5 de octubre de 2018. Posteriormente, presentarán estas propuestas a los líderes del G20. ¿Cuáles son los grupos de trabajo?:
- Comercio e inversiones
- Energía, eficiencia en los recursos y sostenibilidad
- Financiación del crecimiento y de la infraestructura
- Economía digital e industria 4.0.
- Empleo y educación
- Sistema alimentario sostenible
- Integridad y cumplimiento
- Desarrollo de las pequeñas y medianas empresas
Financiar para crecer
Actualmente, el mundo invierte unos $2,5 billones al año en infraestructuras relacionadas con el transporte, la energía, el agua y las telecomunicaciones. Otros $7 billones se invierten cada año en infraestructura social (hospitales, escuelas, desarrollo urbano), redes de servicios públicos y vivienda. Sin embargo, esta cantidad sigue siendo inferior a las necesidades en constante expansión del mundo, lo que se traduce en un menor crecimiento económico y priva a los ciudadanos de servicios esenciales. El mundo tiene, por tanto, una brecha de inversión en infraestructura.
¿Por qué es necesario reducir esta brecha? En primer lugar, porque la infraestructura es un facilitador crítico del desarrollo a largo plazo. En segundo lugar, la construcción de infraestructura crea empleos. En tercer lugar, porque la infraestructura es un mercado multimillonario en el que existen enormes oportunidades comerciales sin explotar. Sin embargo, a pesar de las evidentes lagunas y los años de debate sobre la importancia de apuntalar esta inversión, las cifras muestran que ha perdido peso en el PIB de 11 de las economías del G20 desde la crisis financiera mundial.
Existe una amplia gama de medidas que los gobiernos pueden adoptar, tanto a través de la inversión directa como mediante políticas reguladoras para fomentar la inversión del sector privado. Este es, precisamente el objetivo del grupo de trabajo dedicado a ‘Financiación del crecimiento y de la infraestructura’. Este grupo pretende proporcionar recomendaciones de políticas muy específicas, con posibilidades reales de implementación y de éxito una vez que estén activas.
El B20 es un foro formado por representantes de empresas privadas globales, como BBVA, que brinda recomendaciones a los gobiernos del G20 para afrontar los retos más relevantes de la agenda económica y financiera mundial. BBVA tiene un papel muy activo dentro del B20 desde 2015 en Turquía y, en particular, como miembro del grupo de trabajo enfocado en Financiación del Crecimiento y de la Infraestructura. José Manuel González-Páramo, consejero ejecutivo responsable de economía, regulación y relaciones institucionales de BBVA, es uno de los vicepresidentes de este grupo de trabajo.