Ignacio Munyo
29 mar 2017
Luego de un marcado deterioro, en la última década y media Uruguay ha logrado remontar parcialmente una caída histórica de productividad. A pesar de ello, hoy una persona trabajando en Uruguay alcanza una productividad media que apenas supera el 40% del nivel que obtendría si trabajara en una economía avanzada. ¿Cómo es esto posible? ¿Qué se puede hacer? En esta nota se presenta una potencial explicación y se sugiere una línea de acción para seguir avanzando.