Gabriela Galilea
02 mar 2017
Todos los emprendedores tenemos muchas ideas todo el tiempo. Pero todos también tenemos el mismo problema, apenas se nos ocurre algo fantástico corremos a preguntarles a nuestros amigos y conocidos si comprarían nuestro nuevo producto o servicio. Y es obvio que nuestros amigos no nos querrán romper el corazón diciéndonos que no. Por lo que finalmente rompemos el chanchito y gastamos todos nuestros ahorros y algo más en construir ese algo que creemos todos adorarán.