Fabián García

El 2016 será el año donde buena parte del ajuste de la economía a los menores precios del petróleo habrá terminado. El consumo y la inversión han tenido un ajuste importante durante este año y por primera vez, desde que el precio del petróleo se desplomó, la demanda interna crecerá por debajo de la producción. Esto significa que el gasto de la economía está creciendo más acorde a su nivel de ingresos.

De acuerdo con el último informe de Situación Colombia elaborado por BBVA Research, Colombia perdió de forma permanente una parte de su renta petrolera y como consecuencia el consumo y la inversión se han moderado de forma gradual. Sin embargo, el consumo se acelerará en 2017 y 2018, mientras que la inversión en infraestructura será lo que jalonará el crecimiento de la economía.

La tendencia a la baja del costo de los computadores y equipos móviles, la concentración de la población en centros urbanos y una población más educada, son variables que facilitarán que la penetración de Internet y de la banca digital siga en aumento. Este año o el siguiente, el teléfono inteligente se convertirá en el principal dispositivo para acceder a Internet en Colombia.

Colombia ha capoteado bien la caída de los precios del petróleo y 2016 será un año donde el ajuste a esta nueva realidad continuará. Sin embargo, en BBVA Research consideramos que este año será el último del ajustes de la economía colombiana.

La energía juega un papel fundamental en el desarrollo social y económico de un país. A medida que la riqueza de un país aumenta, su economía necesita más energía para el funcionamiento de su industria, movilizar su parque automotor, regular la temperatura de edificios y viviendas, y garantizar la demanda creciente que las personas tienen para alimentar sus equipos electrónicos y electrodomésticos.