Beatriz Guillén Torres
04 sep 2016
La historia no siempre se lo pone fácil a los genios. Cuando John McCarthy (1927-2011) nació en Boston en plena Gran Recesión en una humilde familia de emigrantes europeos, poco parecía presagiar que este niño prodigio iba a convertirse en un digno sucesor de Alan Turing. La delicada salud de su hermano pequeño llevó a los McCarthy, que vagaban por el país de las oportunidades en busca de trabajo, a establecerse en Los Ángeles. Allí John, un adolescente ya sobresaliente en matemáticas, entró en contacto con el Instituto de Tecnología de California, el Caltech, al que pidió permiso para estudiar sus libros usados.