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Autónomos 04 abr 2018

¿Por qué los autónomos no pueden ponerse enfermos?

Los autónomos y las bajas por enfermedad no se llevan bien. Coger la baja cuando se trabaja como autónomo suena a leyenda urbana para la mayoría de las personas que se encuentra en esta situación. Para un gran número de autónomos, no trabajar durante algunos días puede suponer desatender las necesidades económicas del hogar.

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En España se estima que más de dos millones de autónomos se encuentran desprotegidos en caso de enfermedad o accidente. El 86% de los autónomos escoge cotizar sobre la base mínima (919,80 euros mensuales), de este modo la cuota mensual de autónomo que debe abonar es de 275 euros (la mínima establecida por la Seguridad Social).

Sin embargo, estar de baja no supone dejar de pagar la cuota mensual de autónomos. Los autónomos que enfermen o sufran un accidente que les impida acudir a su puesto de trabajo y estén pagando una cuota de cotización mínima deberán atenerse a las siguientes condiciones: durante los primeros tres días de baja no recibirán ninguna retribución. Una vez superado este plazo, es decir, el cuarto día, el afectado comenzará a cobrar el 60% de lo que cotiza, aproximadamente unos 18 euros diarios. En caso de que la enfermedad se prolongue por más de tres semanas, el afectado pasará a cobrar un 75% de la cotización, unos 23 euros por jornada laboral.

¿Qué soluciones existen?

La primera solución que viene a la mente es aumentar la base de cotización a la Seguridad Social, de manera que ante cualquier percance la prestación por baja laboral aumente proporcionalmente. En otras palabras, pagar más. Esta opción solo sería recomendable en ciertas circunstancias, como por ejemplo para aquellas personas cuyos ingresos medios superen con creces la base mínima de 893,10 euros al mes y de manera regular. Teniendo siempre en cuenta que no se pueden hacer más de cuatro cambios al año.

Por otro lado es importante considerar que, debido a que los ingresos dependen en gran medida de factores impredecibles, la mayor parte de los autónomos no posee una estabilidad económica impecable. Esta circunstancia es la que genera que el 86% de los trabajadores por cuenta propia decida acogerse a la base mínima.

La situación puede parecer un tanto desalentadora, sin embargo existen otro tipo de soluciones, como pueden ser los seguros participativos.

Muno, una de las ‘startups’ desarrolladas bajo el área de New Digital Business de BBVA, ofrece un seguro de baja temporal para autónomos que permite recuperar parte del dinero pagado y consigue adaptarse de forma más real a sus necesidades y estilo de vida.

La ‘startup’ ofrece al asegurado una tarifa plana por 19, 39 o 59 euros al mes, con lo que el beneficiario recibirá 30, 60 o 90 euros al día respectivamente en caso de enfermedad o accidente.

Entre las ventajas que engloba pertenecer a la comunidad Muno se encuentra la posibilidad de pagar mes a mes y darse de baja cuando el cliente considere, sin necesidad de firmar un compromiso anual. Además, al tratarse de una empresa 100% digital, facilita todos los trámites de papeleo normalmente asociados a las aseguradoras.

Esta plataforma especialmente diseñada para autónomos actúa como agente de seguros de pólizas con participación de beneficios en España, de manera que las aportaciones de los autónomos sirven para hacer frente a las bajas de los mismos. Asimismo, al final de año, y una vez descontadas las prestaciones pagadas correspondientes a los siniestros cubiertos así como ciertos gastos fijos, se reparten los excedentes, representando un reembolso extra para los asegurados.