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Hipotecas Act. 24 abr 2018

Así son las distintas modalidades de hipotecas que se pueden contratar

La oferta hipotecaria en el mercado español es variada y está condicionada por el tipo de interés que se fija entre el banco y el cliente. Bajo ese criterio, las hipotecas se dividen entre fijas, en crecimiento en los últimos tiempos y denostadas hace algunos lustros, variables y mixtas.

Desde luego, al tratarse de uno de los principales compromisos financieros que cualquier persona o familia asume a lo largo de su vida, es conveniente estudiar con detalle la modalidad que más convenga en cada caso.

  • Tipo de interés fijo: como su propio nombre indica, el tipo de interés y la cuota mensual a pagar permanecen fijos a lo largo de la vida del préstamo. La mayoría de los bancos las han mantenido desde hace tiempo en su oferta hipotecaria, pero ha sido en los últimos años cuando los clientes se han interesado por las mismas, cuando el euríbor (el principal índice hipotecario utilizado) ha entrado en terreno negativo. Todo hace pensar en una subida de los tipos de interés oficiales por parte del Banco Central Europeo (BCE) y de un repunte de dicho índice a medio plazo, una previsión que ha invitado a más de uno a esta opción.

La principal ventaja de esta modalidad es que el cliente sabe desde el primer momento cuánto tendrá que pagar cada mes por su hipoteca y no tiene que estar pendiente de la evolución de los tipos de interés.

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En cambio, el tipo que se aplica en el momento de su contratación es superior al de las hipotecas a tipo variable. Además, el plazo de amortización de esta modalidad suele ser más corto y, por regla general, se fija en un máximo de unos 30 años.

  • Tipo interés variable: Estas hipotecas suelen revisar el interés a pagar cada año , semestralmente y, en algunos casos, trimestralmente. Con esta modalidad, el cliente depende de las condiciones de mercado. Es decir, se verá perjudicado y tendrá que pagar más si suben los tipos de interés, pero se beneficiará si van a la baja, como ha ocurrido en los últimos tiempos.

A diferencia de lo que ocurre con las hipotecas a tipo fijo, esta modalidad goza en la mayoría de las ocasiones de un plazo de amortización más amplio.

Esta modalidad de hipotecas, en algunas ofertas, es la que ha ofrecido determinadas condiciones para limitar el riesgo de oscilaciones bruscas de los intereses a pagar.

  • Tipos de interés mixto: es la tercera modalidad hipotecaria que  cualquier cliente puede encontrar en el mercado. En un principio, durante un período de entre tres y diez años, el tipo de interés es fijo, sin sobresaltos innecesarios para el hipotecado. Eso sí, tras el periodo pactado con la entidad, el tipo pasa a ser variable para el resto de la vida de la hipoteca.