Así nace la cocina profesional
Desde nuestros antepasados hasta hoy día, la evolución en la alimentación ha sido constante. Miles de años en continuo crecimiento para disfrutar en la actualidad de un boom culinario desconocido hasta la fecha.
Para el común de los mortales, Georges-Auguste Escoffier (1846-1935) sólo será un nombre con un apellido difícil de pronunciar pero en el mundo de la gastronomía, existe veneración por su persona.
A temprana edad, Escoffier llegó a Niza para trabajar en el famoso Le Restaurant Français, regentado por su tío. Tras exhibir su talento y hasta que estalló la guerra franco prusiana, fue chef del prestigioso hotel Luxemburgo en el mismo enclave.
Su escalada hacia la cima de la gastronomía proseguía y su fama se extendió a todos los confines del mundo creando tendencias culinarias y sociedades hoteleras con prestigiosos restaurantes en Inglaterra y Estados Unidos.
Cuentan que el emperador Guillermo II quedó tan fascinado por sus dotes que acuñó una famosa frase que reza así: “¡Yo soy el emperador de Alemania, pero usted es el emperador de los chefs!”. Pero toda historia tiene un comienzo...
Nuestros antepasados
En tiempos remotos, la supervivencia se basaba en ingerir lo que otorgaba la tierra. Semillas, plantas y frutos formaban parte del alimento diario mientras que las proteínas se obtenían de la caza, consumiendo todo de modo natural.
Boom gastronómico en España
Ferrán Adrià fue el precursor y abrió camino en los fogones españoles. Con El Bulli, mostró una técnica atrevida, rompedora y que poco a poco fue calando en muchos chefs hasta situar la cocina nacional en un espectacular primer plano en todo el mundo.
Hasta 7 de los 50 mejores restaurantes del planeta son españoles, de los cuales 5 se sitúan entre los 20 primeros. El Celler de Can Roca está en la cima, donde también estuvo en 2013.
Tradición y vanguardia
Tres hermanos, una familia y un restaurante único. Tradición e innovación se mezclan para ofrecer al mundo la mejor cocina. Valores con los que se educaron siguen vigentes muchos años después. Su trabajo, constancia y pasión asombran a críticos gastronómicos desde su templo de Girona.
Así ha llegado El Celler de Can Roca al top de la cocina mundial. Tres genios trabajando con libertad en campos que se complementan. Joan dirige el mundo salado, Josep triunfa con el mundo líquido mientras que Jordi Roca asombra con su mundo dulce.