Arranca la segunda promoción del ‘sandbox regulatorio’ en Reino Unido
La Financial Conduct Authority (FCA) ha publicado la lista de las 24 empresas seleccionadas para entrar en la segunda ronda del proyecto tecno-regulatorio. El anuncio llega tras finalizar el periodo de seis meses de pruebas para las primeras 18 ‘startups’ que participaron en la iniciativa.
El interés por formar parte de un sandbox regulatorio para fintech sigue en aumento. Tras el éxito de la primera convocatoria, en esta ocasión se han presentado 77 empresas, ocho más que la primera vez. Entre las candidatas, tan solo 31 han reunido los requisitos del regulador británico. Otras siete aún no estaban preparadas para comenzar la fase de pruebas y se reservarán para la tercera ronda. Por lo tanto, finalmente son 24 las que van a tener la oportunidad de testear nuevos productos y servicios financieros en la segunda ronda.
Se denomina sandboxes, o entornos de pruebas, a plataformas habilitadas con el objetivo de experimentar con ideas, productos, servicios o herramientas en un ambiente protegido de riesgos. En este caso, se trata de un sandbox regulatorio especialmente diseñado para proyectos fintech, en el que startups y otras firmas pueden poner a prueba la viabilidad de sus ideas de negocio para las que aún no existe una regulación. El objetivo de este proyecto, creado en 2014 por la FCA, es incentivar la innovación en el sector financiero y facilitar, desde el punto de vista regulatorio, que las propuestas que demuestren su viabilidad en la plataforma puedan llegar al mercado.
Los 24 elegidos
Las 24 firmas seleccionadas, que ya están listas para empezar con la fase de pruebas, cubren un amplio abanico de productos y servicios. Según la FCA, este segundo grupo es más diverso y cubre más sectores, entre los que destacan el ámbito insurtech, los pagos y la banca minorista. Entre las seis enfocadas a los seguros está YouToggle, una aplicación que monitoriza la conducción del usuario, la puntúa y comparte la información con proveedores de seguros para obtener descuentos y proporcionar pruebas en caso de accidentes; o FloodFlash, que ofrece seguros ante inundaciones que se activan automáticamente cuando los sensores de la compañía detectan determinadas subidas del nivel del agua.
Además, ocho de las seleccionadas están basadas en tecnologías DLT (Distributed Ledger Technology) con múltiples aplicaciones. Una de ella es Diberse, que trabaja en la gestión y monitorización de servicios financieros para la ayuda humanitaria a través de blockchain. Otra es Nuggets, una aplicación que combina esta tecnología con la detección biométrica para proporcionar una herramienta única de gestión de cuentas, pagos y verificación de identidad sin necesidad de compartir ni almacenar datos privados.
Las propuestas para la identificación personal y seguridad también tienen una notable representación en la lista, con compañías como Oraclize, que emplea la tecnología de blockchain para utilizar tarjetas de identidad electrónicas como carteras digitales gracias al uso de smart contracts y tokens. El sector de pagos también queda cubierto con iniciativas como ZipZap, plataforma que busca entre todas las opciones el método más eficiente de envío de dinero en función del destino, incluyendo criptomonedas.
Por otro lado, entre las startups de servicios de personal finance management (PFM), se incluyen propuestas como Money Dashboard, una herramienta de asistencia que ayuda a los clientes a realizar seguimiento de sus gastos y a tomar decisiones en base al análisis de información financiera procedente de transacciones online. Tampoco falta en la lista una startup del ámbito de robot advisors, Beekin, que ofrece servicios de gestión de inversiones en activos alternativos respaldada por inteligencia artificial.
Una apuesta internacional
El Reino Unido no es el único país que ha dado firmes pasos en su apuesta por regular el sector fintech. Recientemente, Baréin se ha sumado a la lista de países que, siguiendo la estela británica, ya preparan sus propios sandboxes regulatorios como Singapur, Hong Kong, Suiza, Tailandia, Australia, Malasia, Abu Dhabi y Canadá.
Carlos Torres Vila, consejero delegado de BBVA, se mostró a favor de este tipo de iniciativas en la inauguración anual del curso de verano La cuarta revolución, organizado por APIE y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. “Sería bueno que se habilitaran entornos como estos en España en los que las empresas pudieran probar productos y servicios financieros sin necesidad de cumplir con toda la regulación aplicable”. El consejero delegado también señala el interés de ampliar el alcance de estos entornos de pruebas más allá del sector financiero, para llevarlos al campo de la protección de datos y la ciberseguridad.
Recientemente, BBVA ha participado en una consulta pública llevada a cabo por la Comisión Europea (CE) para impulsar el despegue definitivo de nuevos servicios fintech en la Unión Europea. En ella, BBVA ha propuesto la creación de sandboxes regulatorios de alcance europeo para evitar divergencias entre los distintos países y facilitar los proyectos transnacionales. Asimismo, propone que las autoridades europeas de supervisión (ESAs) sean las que coordinen las acciones locales con las autoridades de cada país, mientras que el BCE gestione un sandbox para los proyectos transfronterizos en banca.
BBVA plantea que estas acciones deben realizarse en el contexto de un diálogo abierto en el que se incluya a las autoridades de distintos países y ámbitos (tanto financieros como digitales), quienes deben tener un papel proactivo a la hora de supervisar las iniciativas y evitar malas prácticas.
Primeros resultados
Según explica la FCA, las 18 primeras compañías que entraron en la plataforma hace seis meses están ahora en proceso de presentar informes finales que serán revisados antes de autorizar su salida del sandbox. Las pruebas han transcurrido según los objetivos marcados y, según el organismo regulador, se espera que la mayoría de las propuestas lleguen al mercado.
Algunas de estas compañías ya están comprobando las ventajas que ofrece haber participado en esta iniciativa. Una de ellas es Billon, una compañía de micropagos basada en tecnología DLT. Gracias a su paso por la arena de pruebas, ha abandonado el estatus de startup con restricciones para pasar a ser una entidad completamente regulada. A través de su test en la plataforma, realizado con 100 usuarios, lograron realizar el primer envío móvil exitoso de dinero a través de tecnología DLT empleando una moneda de curso legal. Ahora, la compañía espera escalar su modelo para trabajar con pymes británicas y ofrecer su software a entidades bancarias para crear servicios de valor añadido.
Otra es la startup británica Bud, que desarrolla plataformas integradas para que la banca pueda ofrecer productos y servicios de terceros como seguros e hipotecas. Según explicó recientemente uno de los directores, Jamie Campbell, en el seminario de regulación organizado por BBVA Bancomer y el BID, su paso por el sandbox se ha traducido en un “sello de calidad” para sus servicios y les ha servido para adquirir una comprensión mucho más profunda sobre la regulación que opera en su sector.
Por su parte, la FCA ha anunciado la apertura de la convocatoria para la tercera ronda de compañías (abierta hasta el 31 de julio), que empezarán a trabajar en la plataforma a partir de noviembre de 2017.