¿Qué son las comunidades solares y cómo funcionan?

Un proyecto de energía solar comunitaria se define como una gran planta de energía solar central financiada por múltiples organizaciones y luego aprovechada por el total de la comunidad.

Las comunidades solares se desarrollan dentro de un área geográfica específica. Al comprar una participación o suscribirse a un proyecto solar comunitario, todos los miembros pueden beneficiarse de la energía solar generada. Por un lado, por la mejora que se produce al reemplazar parte de la energía por una fuente renovable. Por otro, por el beneficio económico que se genera dicha participación sobre el consumo de electricidad posterior.

Ventajas de las comunidades solares

Las comunidades solares ofrecen una solución innovadora y accesible para la generación de energía renovable, brindando múltiples beneficios tanto a nivel individual como colectivo. Estas comunidades permiten a los usuarios acceder a energía solar sin necesidad de instalar paneles solares en sus propias propiedades, lo que las convierte en una opción ideal para quienes viven en apartamentos, tienen techos inadecuados o simplemente no quieren o no pueden asumir el coste y el mantenimiento de una instalación propia. Los participantes en una comunidad social suelen suscribirse a una porción de un proyecto solar compartido y, a cambio, reciben créditos en sus facturas de electricidad, lo que se traduce en un ahorro significativo a largo plazo.

Beneficios para el medioambiente de las comunidades solares

Además de los beneficios económicos, las comunidades solares contribuyen de manera significativa con la sostenibilidad ambiental. Al promover el uso de fuentes de energía limpia y renovable, estas comunidades reducen la dependencia de combustibles fósiles y disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Esto no solo ayuda a combatir el cambio climático, sino que también mejora la calidad del aire y fomentar un modelo energético más justo.

¿Cómo se instalan las comunidades solares?

La instalación de una comunidad solar comienza con la identificación de un espacio adecuado para ubicar los paneles solares, que generalmente se trata de terrenos amplios, techos de edificios comerciales o instalaciones industriales. Una vez seleccionado el sitio, se realiza un estudio de viabilidad para asegurar que las condiciones son óptimas en términos de irradiación solar, accesibilidad y conexión a la red eléctrica. En realidad, la instalación es exactamente la misma que la de unos paneles solares particulares.

Una vez instalada la infraestructura, los interesados pueden suscribirse a la comunidad solar, adquiriendo una participación en la generación de energía. A partir de aquí, la electricidad generada se distribuye a la red y los participantes reciben créditos en su factura eléctrica, proporcionales a la cantidad de energía que ha generado su porción de proyecto. Este modelo permite que muchas personas puedan beneficiarse de la energía solar sin tener que lidiar directamente con la instalación o el mantenimiento de los paneles.

El compromiso de BBVA con la sostenibilidad

BBVA se sumó a una comunidad solar en la ciudad de Tandil, provincia de Buenos Aires. Esto ha sido en asociación con la Usina Popular y Municipal de Tandil, la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), la Municipalidad de Tandil, empresas privadas y usuarios particulares.

Este proyecto de energía renovable fotovoltaica incluyó la compra de un módulo solar instalado en el predio que la Usina de Tandil posee sobre la Ruta Nacional 226 llamado “Comunidades Solares I“. Este abastece de 60KW de potencia a la red eléctrica. Por su parte, la sucursal Tandil de BBVA recibirá una contraprestación equivalente a 190 KWh por mes durante 10 años.

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