Autonomía económica: ¿qué es y cómo impulsarla?

A pesar de los grandes avances en materia de equidad de género, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indicó que aún existen significativos niveles de desigualdad entre mujeres y hombres en el acceso a un trabajo decente, con iguales condiciones y salarios.

Esta situación impide que las mujeres puedan ejercer sus derechos humanos básicos y alcanzar su autonomía económica, lo que implica tener la capacidad de ser proveedoras de su propio sustento y la posibilidad de decidir cuál es la mejor forma de hacerlo.

Para revertirlo, es fundamental trabajar en el desarrollo de políticas e iniciativas que permitan: lograr el empoderamiento femenino, incentivar su participación en el mercado laboral y el acceso a los distintos servicios financieros.

Uno de los casos a destacar es el Plan de Acción para la Autonomía Económica de las Mujeres creado por el Instituto Nacional de las Mujeres (INAM) con el apoyo de ONU Mujeres en el que se definen los objetivos y lineamientos estratégicos para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de niñas y mujeres en concordancia con el ODS n° 5.

¿Cómo es la autonomía económica en Argentina?

El último informe de inclusión financiera publicado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) muestra que en Argentina aún existen brechas de género en el acceso a distintos tipos de financiamiento, a raíz de diferentes factores, que influyen en la autonomía económica de la mujer como:

• La participación de las mujeres en el mercado laboral: a nivel global, se percibe en los últimos años una desaceleración en la inserción de mujeres al mercado de trabajo. En Argentina, la tasa de actividad femenina se estancó luego del 2004 en un 45%.
• La participación de las mujeres en la economía del hogar: según una encuesta de 2013 realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la mujer destina en promedio 42 horas semanales al trabajo no remunerado y 15 horas al trabajo remunerado.
• La participación de la mujer en la estructura socioeconómica: el rol de la mujer en el hogar lleva a que exista un mayor porcentaje de mujeres sin ingreso propio y una gran proporción de mujeres en hogares de bajos recursos. Además, encuentran más barreras para insertarse dentro del mercado del trabajo y, cuando lo hacen, acceden a puestos de menor nivel jerárquico y salarial.

BBVA, impulsando la inclusión financiera

La igualdad está definida por la generación de acciones que permitan acceder a más oportunidades. Por eso, desde BBVA se implementan diversas iniciativas que brindan herramientas para potenciar las habilidades financieras y administrativas de todas las personas.

Tanto con el Programa de Educación Financiera como con los Talleres de Finanzas Personales, las jóvenes adquieren conocimientos y habilidades financieras y administrativas que les permiten comprender la importancia de tomar decisiones inteligentes en la administración de sus ingresos. También se desarrolla el concurso Mi Primera Empresa que fomenta el emprendimiento femenino al brindar conocimientos, habilidades y herramientas necesarias a la hora de emprender un negocio. Por último, se promueve el acceso a los productos y servicios bancarios mediante el Taller de Inclusión Financiera para adultos para que puedan adquirir herramientas útiles para la planificación económica diaria.