¿Qué pasa si se deja de pagar un préstamo en Argentina?
Manejar las deudas es clave para mantener una buena salud financiera. Aunque el crédito es útil y accesible, su uso irresponsable puede llevar a situaciones complicadas.
La morosidad es una sombra ineludible para aquellos que enfrentan el desafío de conciliar ingresos insuficientes con gastos apremiantes. Este fenómeno, marcado por el incumplimiento de pago de un deudor en un tiempo determinado, no solo desentona la melodía de las finanzas personales, sino que deja marcas en la reputación crediticia y el acceso futuro a recursos financieros. La gestión de deudas es uno de los pilares de una buena salud financiera. Si bien el crédito es una herramienta poderosa y accesible, si no se utiliza de manera responsable se puede terminar cayendo en una situación muy compleja.
Leonardo González, del estudio contable e impositivo Furlone y Asociados, dice que la morosidad es “la falta de puntualidad o retraso en el pago de una cantidad debida o en la devolución de una cosa, en este caso de dinero”. Y agrega que puede atribuirse a una persona física o jurídica que no ha cumplido con su obligación.
Las causas principales por las que existen morosos
Las causas que pueden llevar a una persona a incumplir el pago de una deuda se pueden calificar con base en su situación:
- Morosos fortuitos: tienen la intención de pagar, pero carecen de liquidez en el momento de hacer frente al pago, por lo que una buena opción para resolverlo es el refinanciamiento de deuda con la entidad bancaria.
- Morosos circunstanciales: también tienen intención de pagar, pero no pueden hacer frente al pago por algún problema circunstancial, y cancelarán la deuda cuando se resuelva ese problema.
- Morosos intencionales: a diferencia de los anteriores, tienen capacidad de pagar, pero no intención. Por eso retrasan el pago lo máximo posible, intentando no cumplir en ningún momento con la obligación adquirida.
- Morosos desorganizados: tienen intención de cumplir con sus obligaciones, pero en muchos casos desconocen los pagos o su fecha de vencimiento.
- Morosos negligentes: como en el caso anterior, son personas que no llevan un control de sus obligaciones de pago, pero además tampoco tienen interés en pagar.
¿Qué puede llevar a una persona a una situación de morosidad?
“Entre las causas más generalizadas de morosidad bancaria encontramos la falta de trabajo o de ingresos suficientes para afrontar los pagos en tiempo y forma, sobreendeudamiento, problemas sobrevinientes de salud, impactos de los cambios en las condiciones macroeconómicas (por ejemplo, suba de la tasa de interés que afecta a los créditos tomados a tasa variable) y una mala gestión financiera”, dice Alejandra Galloni, contadora pública socia de Speroni & Asociados.
La experta agrega que también existe un sector que podría ser calificado como “morosos intencionales”, integrado por aquellos deudores que, si bien gozan de capacidad de pago, deliberadamente incurren en mora, dilatando o retrasando el cumplimiento.
¿Cuáles son las consecuencias de la morosidad?
La contadora pública Daiana Guercio dice que “si el deudor se retrasa en el plazo, no significa que no pague el dinero, significa que no pagó el dinero en el período de tiempo prometido”.
Sin embargo, no regularizar esta situación puede acarrear consecuencias como la imposibilidad de obtener financiación bancaria y quedar registrado como moroso en la compra de bienes y contratación de servicios futuros, ya sea con el mismo banco o con otra entidad o empresa.
“En caso de que enfrente dificultades para cumplir con sus compromisos de pago en un préstamo, podría ser una opción explorar la posibilidad de solicitar la refinanciación de la deuda a través de una entidad financiera”, agrega Guercio.
¿Qué tipos de morosos existen?
Los morosos son clasificados en una escala que va del 1 al 5, de acuerdo a las siguientes descripciones:
- Normal: incluye a todas las personas que tienen productos financieros o crediticios, con un atraso en el pago de hasta 31 días. Se trata, por ejemplo, de la situación típica de alguien que usa su tarjeta de crédito y paga en término.
- Riesgo bajo: clientes con un atraso en el pago de más de 31 y hasta 90 días desde el vencimiento, que implica una alerta de mora temprana.
- Riesgo medio: clientes con un atraso en el pago de más de 90 y hasta 180 días.
- Riesgo alto: se aplica a quienes tienen deudas atrasadas de más de 180 días hasta un año.
- Irrecuperable: atrasos superiores a un año.
¿Cómo se puede solucionar la morosidad?
Guercio dice que existen varias herramientas que pueden facilitar el cobro de las deudas por mora, entre ellas se encuentran:
- Información: que la persona sepa cuál es su deuda, desde cuándo se gesta, qué fue lo que la originó.
- Monitoreo: que las empresas y entidades financieras tengan instrumentos para monitorear el estado financiero de los clientes, para así poder detectar a tiempo si se genera algún tipo de deuda. También es recomendable enviar recordatorios periódicos a los clientes de su estado de situación.
- Método de pago: contar con distintos medios de pago, para ofrecerle a los clientes que elijan la opción más cómoda para regularizar su situación: transferencia, efectivo en caja, depósito, incluso pago electrónico.
- Estudios jurídicos: hay bufetes de abogados que se especializan en el cobro de deudas, por ejemplo las escolares. Conocen los formularios y trabajan para minimizar los retrasos.