'Skimmers': ¿cómo protegerse de los clonadores de tarjetas?
La clonación de tarjetas de débito o crédito es cada vez más habitual, con el consiguiente robo de datos. Por eso, es importante conocer algunos consejos para evitar ser víctima de estas estafas.
'Skimming' es el nombre que se da en inglés a la técnica del robo de información proveniente de tarjetas de débito y/o crédito, con la finalidad de clonarlas para su posterior uso fraudulento en compras digitales o retiro de dinero.
La herramienta principal que utilizan los criminales para realizar la estafa son los 'skimmers', dispositivos pequeños que utilizan la tecnología usada por los cajeros automáticos para leer la banda magnética de las tarjetas.
Atención en los cajeros automáticos
Los cibercriminales aprovechan las transacciones físicas para copiar los datos de las tarjetas. El mecanismo consiste en alterar los cajeros automáticos, a los que agregan una boquilla falsa en la ranura donde se inserta la tarjeta, e instalan una cámara superior que graba el código PIN que ingresa el usuario.
1. El 'skimmer' lee y copia los datos de la banda magnética.
2. El cibercriminal graba esos datos en una tarjeta plástica genérica y la utiliza para hacer operaciones fraudulentas.
BBVA ofrece una serie de consejos para evitar ser víctima del 'skimming':
● Al introducir la tarjeta en algún cajero automático, verifique que no posea algún tipo de elemento extraño.
● Al ingresar las claves, es importante cubrir el teclado con la mano para evitar que sea visto por alguien más.
● No acepte ayuda de terceros y opere siguiendo las instrucciones que aparecen en pantalla.
● Es importante guardar la tarjeta y el dinero antes de abandonar el cajero automático.
● Utilice cajeros automáticos bien iluminados.
● Evite los cajeros que no estén en bancos u oficinas bancarias, ya que no siempre tienen las mismas
medidas de seguridad.
● Sea precavido y preste atención antes de extraer dinero del cajero.
Otras modalidades de estafa
El 'skimmer' de bolsillo también le permite a los criminales hacer la clonación de las tarjetas en otros espacios. Se trata de un pequeño dispositivo difícil de detectar en aquellos que realizan hábiles movimientos de mano y juegos de despiste.
Esta técnica es habitual en los restaurantes o en comercios donde se entrega la tarjeta y el Documento Nacional de Identidad (DNI).
El lector recoge los datos de la tarjeta y los envía a una computadora que, mediante un software especializado, da acceso a los siguientes datos: nombre y apellidos del titular, número de la tarjeta, fecha de expiración y número de seguridad (CVV).
La obtención de estos datos permite realizar compras 'online' o finalizar el clonado. Para este último paso, cuentan con un codificador de tarjetas que reescribe la información del ordenador en tarjetas en blanco.
Las entidades están intentando luchar contra esta práctica delictiva y realizan constantes actualizaciones en las tecnologías de seguridad, pero se debe considerar que los delincuentes siempre intentarán vulnerar los nuevos sistemas. En definitiva, es importante ser cuidadosos en el uso de las tarjetas y claves.