Mentalidad emprendedora: la importancia de cultivarla desde la infancia
A la hora de iniciar un proyecto, tener una mentalidad emprendedora hace que todo el desarrollo sea más fluido. Muchas veces, se cultiva desde la niñez con pequeños actos que se gestan principalmente dentro del ámbito familiar.
Emprender es mucho más que crear un negocio. No basta con las ideas, con la planificación y con sortear obstáculos a medida que surjan, sino que es necesario cultivar una mentalidad emprendedora que se vislumbra desde la niñez.
Iniciativa, pasión, creatividad, ingenio, ganas de aprender, enfoque, visión, organización, adaptabilidad, perseverancia, liderazgo, capacidad de ‘networking’ o el ‘team building’ son características que se manifiestan en todas las mentalidades emprendedoras
Ahora bien, ¿en qué momento de la vida una persona adopta este tipo de mentalidad? En general, se llega a través del ejercicio, de las acciones, de la prueba y del error. Por eso, es muy importante establecer las condiciones para comenzar a desarrollarlo desde la infancia.
Los más pequeños son cuidadosos observadores de la realidad que los rodea. Trabajan con ingenio para enfrentar desafíos y aprovechan cada oportunidad que se les presenta para aprender. En este sentido, no se trata solamente de la formal, la que se enseña en la escuela, sino también en el club, en talleres artísticos o en el hogar.
Cada lugar donde los niños tengan la posibilidad y el tiempo de contemplar qué sucede a su alrededor y por qué sucede es importante para que puedan abordar su día a día, desde dar sus primeros pasos, aprender a utilizar la cuchara, atarse por primera vez sus zapatillas o resolver sus primeras cuentas básicas.
También es necesario un ambiente en que los niños puedan equivocarse. El camino de un emprendedor exitoso es un camino de intentos, de fallas y de nuevos intentos: la creatividad y la perseverancia se vinculan para dar soluciones. Para que un niño, incluso un adulto, pueda sortear esas fallas es muy importante tener una tolerancia al equívoco para no desarrollar altos niveles de frustración.
El camino del emprendedor
A medida que los emprendedores piensan y reinventan el mundo, transitan un camino que nadie antes recorrió y no pueden predecir lo que sucederá. Emprender no está libre de riesgos. Sin embargo, es posible contar con el respaldo necesario a través de la financiación o conociendo historias de otros emprendedores.
En un compromiso con la comunidad emprendedora, BBVA en Argentina ofrece facilidades a aquellas personas que quieran llevar adelante o hacer crecer su proyecto.
La primera forma en que BBVA puede contribuir en la concreción del negocio es a través de la acreditación de las ventas con tarjeta de crédito en una cuenta corriente. Poder facturar lo antes posible es fundamental en los inicios de cualquier empresa. Esto permitirá al emprendedor adelantar el cobro de las ventas para obtener un flujo de caja positivo, acceder a una terminal POS bonificada por 18 meses, ofrecer promociones exclusivas a los clientes con beneficios Go y acumular Millas LATAM Pass. Es posible recibir asesoramiento de un experto a través de la web corporativa del banco.
Una segunda y mejor posibilidad para apoyar el negocio es solicitar un crédito para emprendedores BBVA. Los préstamos pueden ser a corto o largo plazo, dependiendo de las necesidades de cada empresa y de lo que desee financiar, si su capital de trabajo, el pago de sueldos u otros ítems. Existe, además, la posibilidad de solicitar un crédito ‘online’ y operarlo a través de BBVA Net Cash, a cualquier hora y desde cualquier lugar.