Día del Internet Seguro: cómo cuidar a los más pequeños cuando navegan por internet
Hoy es el Día del Internet Seguro, una jornada que invita a reflexionar sobre cómo cuidarse cuando se habitan los espacios virtuales. Para que los niños estén seguros, BBVA aporta algunos consejos.
Con el objetivo de llamar la atención sobre el uso responsable, respetuoso, crítico y creativo de la tecnología, este 8 de febrero se celebra el Día Internacional del Internet Seguro. En Argentina, está impulsado por Chicos.net, que forma parte de la organización Safer Internet Day. Como cada año, se celebra el segundo martes de febrero bajo el lema 'Juntos por una mejor internet'.
Así como los adultos, los niños y jóvenes pasan mucho tiempo en entornos virtuales. Muchas veces sucede sin supervisión adulta. Si bien son ellos los nativos digitales, la falta de experiencia en la vida los lleva a ser más inocentes a la hora de relacionarse ‘online’.
Para que esos espacios que habitan sean mejores y más seguros, BBVA en Argentina propone una serie de recomendaciones para padres. El foco está puesto en transmitirles ciertos conocimientos básicos y enseñarles que en internet no todo es lo que parece, ya que el uso de la tecnología incluye beneficios, pero también riesgos.
Consejos para transmitir a niños y jóvenes
Una de la bases en el uso seguro de internet es el resguardo de la privacidad. Por ello, resulta fundamental explicar a los más jóvenes por qué no hay que compartir información personal en ninguna red social. Publicar datos como la dirección de la casa, el nombre del colegio al que asisten o dónde realizan actividades extracurriculares puede ser riesgoso, ya que no se sabe quiénes pueden ver ese contenido.
Además, a medida que sumen más usos ‘online’, será clave impulsarlos a utilizar contraseñas seguras, difíciles de adivinar y diferentes para cada servicio. Esto no sólo es una medida de seguridad, sino también una enseñanza vinculada a la educación financiera. Además, es importante hablarles de privacidad y por qué no deben compartirlas con los amigos.
Por otro lado, es fundamental ayudarlos a configurar de manera correcta las opciones de privacidad de las aplicaciones. En este sentido, no sólo tener en cuenta las redes sociales, sino además los juegos en línea. A la hora de instalarlas, es necesario revisar los permisos que requieren para su uso. De esa manera evitaremos brindar más información de la que se requiere
También hay que enfatizar la necesidad de mantener los dispositivos bloqueados con una contraseña, pin o patrón. Esta medida conjuga en sí misma la privacidad y seguridad.
Sobre aplicaciones y dispositivos
Otra de las recomendaciones consiste en ayudarlos a mantener actualizados los dispositivos, antivirus y sistemas constantemente. Para esto, es necesario recordarles que deben leer todos los carteles de tipo ‘pop-up’ y alertas que reciban de las aplicaciones, programas o dispositivos. Tienen que consultar aquellos que no entiendan y, si el adulto tampoco está seguro, buscar juntos el significado.
En cuanto a los dispositivos, otro de los consejos es tapar las cámaras. Es importante explicara los más pequeños cuáles pueden ser las consecuencias del ‘hackeo’ de las cámaras.
También es esencial recordarles que deben descargar las aplicaciones desde los sitios oficiales. La tentación de descargar juegos es siempre grande. Un recordatorio periódico puede ser la mejor forma de prevenir que ingresen virus.
Por otro lado, en el momento en que se haga necesario, hay que explicarles qué es el segundo factor de autenticación y cómo activarlo. Si bien puede no resultar útil inmediatamente, forma parte de los conocimientos que cualquier usuario responsable debe tener.
Por último, pero no menos importante, es fundamental conocer las aplicaciones que utilizan. No es necesario saber usarlas en detalle, porque ellos siempre estarán a la vanguardia, pero es importante poder orientarlos particularmente en la configuración de las opciones de seguridad.
En términos generales, y más allá de las aplicaciones o juegos que utilizan, es recomendable estar atentos a cómo se vinculan en esos espacios. Es posible que ellos sepan más sobre los usos, pero no necesariamente estarán atentos a las preocupaciones que tienen los adultos, como la privacidad y la seguridad.
En caso de no tener respuestas, no es necesario pretender saberlas. Muchas veces el mejor ejercicio es aprenderlas juntos. Aporta conocimiento y vincula a niños y adultos desde otra perspectiva.