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BBVA Research publica su informe trimestral con las perspectivas económicas para Argentina

El informe Situación Argentina Primer Trimestre 2024, elaborado por BBVA Research, analiza las principales variables económicas y presenta sus proyecciones para 2024 y 2025.

Torre-BBVA-Argentina

El Gobierno nacional corrigió 120% el tipo de cambio en diciembre del año pasado y mantuvo luego un deslizamiento de 2% mensual. Liberó importaciones nuevas, aunque la mayoría de las restricciones cambiarias permanecen vigentes. Dada la pérdida de competitividad por la alta inflación de estos meses, el equipo económico de BBVA Research en Argentina prevé una aceleración de la devaluación desde marzo, proyectando un tipo de cambio de pesos argentinos / dólares de 1.500 para diciembre de 2024.

La inflación mensual desacelera tras el pico de diciembre de 2023, pero continuará elevada hasta mitad de año por los efectos derivados del ajuste cambiario y la corrección de precios atrasados. El país está atravesando la fase más aguda del proceso inflacionario, que desacelerará por la combinación del ancla fiscal y monetaria, y, luego, por los efectos del plan de estabilización desde el segundo trimestre de 2024, acumulando 175% en todo el año..

La actividad económica permanecerá en terreno negativo durante el primer semestre de 2024 al capturar los efectos recesivos de la corrección de precios relativos y la elevada inflación. BBVA Research proyecta que el PIB caiga 4% en 2024 y rebote 6% en 2025, asumiendo que el plan de estabilización a implementar por el gobierno resulte exitoso.

El informe Situación Argentina remarca el auspicioso comienzo del ejercicio fiscal 2024, que mostró el mayor superávit primario para un mes de enero en los últimos 16 años. Al observar la dinámica del gasto, se destaca la fuerte reducción en términos reales de jubilaciones y salarios, lo cual marca la necesidad de avanzar sobre reformas más estructurales para hacer sostenible el equilibrio fiscal en el mediano plazo.

La fuerte contracción del gasto y una reconfiguración de la composición del balance del BCRA permitió una marcada desaceleración de la asistencia monetaria al Tesoro. A su vez, la tendencia a la baja de la inflación junto a la calma del mercado de cambios permitió posponer un aumento de tasas.

La contracción de la actividad económica, el encarecimiento de las importaciones, junto con la recuperación del sector agrícola (aunque menor a la esperada el trimestre anterior) y el aporte creciente del sector energético permiten anticipar un saldo comercial, por lo menos, USD 20 mil millones más elevado que el del año pasado.