Apple y la polémica de la privacidad

A raíz del tiroteo que tuviera lugar en San Bernardino, California, en diciembre de 2015 –en el que murieron 14 personas- Apple ha recibido numerosas solicitudes de cooperación del FBI. En lo que fue catalogado por el presidente Barack Obama cómo un “acto terrorista”, dos ciudadanos estadounidenses se inspiraron en la dialéctica yihadista para realizar una masacre en una cena del departamento de Salud Pública del condado arriba mencionado.

La agencia federal estadounidense apela a la All Writs Act (una ley aprobada por el congreso norteamericano en 1789 que permite al gobierno dar las órdenes necesarias para obtener lo que precise “dentro de sus jurisdicciones y de acuerdo con los usos y principios de la ley”) para que Apple cree una actualización de su sistema operativo en la que sea más fácil averiguar la contraseña del iPhone de uno de los atacantes.

En una carta abierta a sus usuarios, Tim Cook ha explicado porqué la empresa de la manzana mordida se opone a colaborar en lo que ha definido como “una justificación para la expansión de su autoridad”.

La petición de la creación de una herramienta como la que pide el FBI supondría una “puerta de atrás” a cualquier iPhone, y por lo tanto a la privacidad de cualquier usuario de los smartphone de la compañía de Cupertino.

Cook reitera en su carta el compromiso de la empresa de la que es CEO con la privacidad, a la vez que llama al “debate público” sobre la necesidad de la encriptación como salvaguarda de unos datos a los que ni siquiera la propia compañía tiene acceso.

“El equivalente en el mundo físico de lo que nos han pedido crear sería una llave maestra que abriese cualquier cerrojo” destaca Cook, que añade la total predisposición de su empresa a colaborar con las fuerzas de seguridad de EEUU. Pese a que se ha argumentado que el uso se limitaría a una sola vez, Cook estima que “no existe una garantía de control” de una herramienta que califica como “demasiado peligrosa” ser creada.