Ante la compra de un coche, ¿qué opciones conviene estudiar?
Comprar un coche es una de las decisiones financieras más importantes que toma una persona a lo largo de su vida. La adquisición de un nuevo vehículo puede suponer un quebradero de cabeza y para poder tomar una buena decisión es necesario seguir una serie de pautas que ayuden a facilitar el proceso.
Mente fría
Por obvio que parezca, el primer paso es tener las cosas claras. Antes de comenzar a buscar el coche ideal es necesario saber qué tipo de vehículo se está buscando. Es decir, definir cuáles son las necesidades y cuáles son las características esenciales deseadas y, en base a ello, establecer un presupuesto aproximado.
También es importante establecer a largo plazo las necesidades que va a cubrir el vehículo, ya que un coche tiene una media de vida útil de 13 a 14 años, aunque esto depende del tipo de uso que se haga. No es lo mismo viajar constantemente, que realizar pequeños desplazamientos diarios.
¿Cambio manual o automático?
Esta puede resultar una de las decisiones más sencillas, ya que los conductores suelen tener bastante claras sus preferencias. Sin embargo, no es algo que haya que pasar por alto. Algunos conductores no quieren renunciar a la experiencia del cambio manual, mientras que otros prefieren rendirse a la comodidad del automático, sobre todo aquellos que pasan gran parte del tiempo de conducción encerrados en un atasco. Además del aspecto ‘emocional’, aquí también entran en juego otros factores como el precio del mantenimiento.
Préstamo verde de BBVA para coches eléctricos o híbridos
Elección por tipo de combustible
Esta es otra de las decisiones más trascendentes puesto que aquí hay que valorar el precio del coche, del combustible e incluso ciertas prohibiciones a la hora de circular por determinadas zonas. A día de hoy el mercado ofrece vehículos propulsados por gasolina, gasoil o gas, además de los híbridos y eléctricos. Es recomendable pararse a considerar todas las opciones así como sus ventajas y desventajas.
- Gasolina: el principal atractivo de comprar un coche con motor de gasolina es su precio reducido. Pese a que un vehículo con motor diésel consume menos y el hidrocarburo es más barato, en el caso de que vayamos a comprar un coche compacto con el cual no vayamos a realizar muchos kilómetros (aproximadamente no más de 20.000 km. al año), un vehículo que funcione con gasolina podría ser la mejor opción.
- Gasóleo o diésel: desde el caso Volkswagen y con el aumento de las medidas anticontaminación en las principales ciudades este combustible ha perdido cierta popularidad. A la hora de considerar comprar un motor diésel hay que valorar principalmente cuánto uso se le va a dar al coche. Es decir, si el sobrecoste asociado al vehículo se va a compensar con el precio de un hidrocarburo más barato.
- Gas: una de las alternativas que está cobrando popularidad es la de los coches propulsados por gas, entre los que hay que distinguir en GNC (Gas Natural Comprimido) y el GLP (Gas Licuado de Petróleo). Ambos cuestan menos que la gasolina o el diésel. Sin embargo cabe destacar el GNC, ya que es el que tiene un precio menor y la compra de estos vehículos suele ir asociada a una ayuda económica por parte del Estado. En contraposición, las estaciones de repostaje por el momento son más limitadas.
- Híbrido: cada vez es más frecuente encontrarse con coches híbridos en las carreteras. Estos vehículos otorgan a su conductor todos los beneficios de un coche eléctrico (sobre todo los enchufables) con la comodidad añadida de disponer de motor de gasolina cuando se descarga la batería. Además, resultan especialmente atractivos para aquellas personas que circulan por núcleos urbanos, ya que la batería aprovecha la energía de recarga de frenado para autorecargarse.
- Eléctrico: sin duda los coches eléctricos representan la alternativa más ecológica. Estos motores no necesitan combustible para funcionar y se pueden cargar directamente en casa o en uno de los 3.800 puntos de carga que se encuentran repartidos por todo España y Portugal. Otro de los beneficios que proporcionan estos motores es la posibilidad de circular por vías con restricciones anticontaminación.
¿Alquiler o compra?
A día de hoy el mercado ofrece numerosas alternativas a la hora de adquirir un nuevo vehículo. La decisión no se basa únicamente en comprar un coche nuevo o de segunda mano. También es posible alquilarlo y disponer de él como si fuera propio. Las modalidades más comunes son:
- ‘Renting’: esta modalidad representa a grandes rasgos un alquiler de vehículo a largo plazo. En este caso el conductor no es el propietario del coche, sino que por una cantidad mensual puede disponer de él a su antojo. La principal ventaja que ofrece es que el arrendatario puede olvidarse de gastos añadidos como el impuesto de matriculación, el seguro o los gastos de mantenimiento. Tan solo deberá pagar la cuota que haya acordado con la compañía así como el precio del carburante que consuma.
- ‘Leasing’: habitualmente se dirige a empresas o profesionales con actividades económica que desarrollan una actividad comercial, industrial, agraria o de servicios que necesitan equipamiento (vehículos en este caso). La compañía adquiere el vehículo o la flota que desea el cliente, y se lo alquila a cambio de cuotas fijas o variables en las que no están incluidos los gastos de mantenimiento. Además, al término del contrato, el cliente arrendatario puede adquirir la titularidad del vehículo ejercitando la opción de compra.
Una vez tomadas estas decisiones, el siguiente paso, y no de poca importancia, es investigar. Buscar información sobre la marca, el modelo y las distintas ofertas que ofrece el mercado. Consultar opiniones externas de otros usuarios que puedan ser útiles en la toma de decisiones y solicitar una prueba del vehículo. Además, en caso de compra, cabe considerar también el mejor momento para realizarla, ya que dependiendo de la época del año u otros factores como la renovación de modelo el precio puede variar considerablemente.
El momento de la compra
No todo el mundo puede disponer de la totalidad del dinero para poder comprar un coche, o simplemente no es el mejor momento para realizar un gran desembolso. En estos casos conviene valorar la opción de pedir un préstamo que ayude en el proceso de compra y se adecúe a las necesidades del comprador.
BBVA dispone de un simulador de préstamos para coches que ayuda tanto a clientes como no clientes a hacerse una idea de qué es lo que necesitan antes de tomar una decisión final. Además, si ya se ha decidido que la mejor opción es pedir un préstamo, BBVA ofrece la posibilidad de solicitarlo vía ‘online’ mediante su Préstamo Coche Online BBVA.