Anatomía de una fotografía
17 de octubre de 2017. Era un día lluvioso, de esos primeros días que sirven para anunciar la propia llegada del otoño. El cielo estaba bastante encapotado y la lluvia daba una tregua a la hora de golpear el suelo.
Me encontraba ordenando el estudio de Contents Area —agencia interna de contenidos del Grupo BBVA—, en un momento me giré y miré por los ventanales: vi La Vela con una luz súper bonita. Todo estaba bastante oscuro, salvo la silueta del edificio. Las lamas que cubren su fachada atraían la luz y parecía que me encontraba frente a un lienzo. La realidad parecía una pintura. Todos mis compañeros vieron la misma estampa que yo: ¡Fliparon!
No tuve dudas. Agarré una de las cámaras que estaba guardando —Canon 5D Mark III y un objetivo 21mm.— y bajé a la calle. Me situé justo a la entrada del 'parking' del edificio de Zelandia (inmueble que forma parte de Ciudad BBVA). Es cierto que a mi llegada el contraste de oscuridad alrededor de La Vela había menguado y ya no era tan notable, pero seguía siendo una bonita imagen.
Desde el primer momento me fijé que el arcoíris rodeaba por completo La Vela. De hecho, me vino a la cabeza la imagen de Atlantis, la ciudad perdida que está protegida por un escudo de fuerza. Mientras Atlantis emergía en mi cabeza, disparé cuatro veces la cámara. Sin embargo, me quedé con la segunda imagen. Simplemente por una cuestión de encuadre.
Fotografía realizada con Canon 5D Mark III y un objetivo 21mm. - Fernando Rey
No tuve mucha dificultad técnica, puesto que es mi herramienta diaria de trabajo. Sin embargo, el valor de estas fotografías reside en un cúmulo de circunstancias: estar presente justo en el lugar y momento adecuado, tener la cámara a mano para poder inmortalizar ese preciso instante… hay ocasiones en las que preparas con esmero y cariño todo el trabajo previo, pero en otras te viene todo dado, y hay que aprovechar ese regalo; ¡como la vida misma!
Me vino a la cabeza la imagen de Atlantis, la ciudad perdida que está protegida por un escudo de fuerza"
Mi trabajo diario es esto: poner en imagen las ideas de mis compañeros realizadores, y lo que más me gusta es que se trata de un trabajo en equipo. Desde que el cliente realiza la petición existe un proceso que engloba a todas las áreas de nuestro departamento de producción audiovisual, y cada uno aporta un gran valor a la pieza final.
Lo que más valoro de esta fotografía es que la gente pueda disfrutar con ella, y lo que lo hace distinta es eso: que me encuentre frente a un folio en blanco explicando cómo fue su nacimiento, debido al interés que ha suscitado en redes sociales.