América Latina atraviesa un proceso de ralentización, según la Cepal
Las economías latinoamericanas crecerán, en promedio, un 1,5% en 2018 gracias al repunte de la demanda interna y la inversión. Así lo ha indicado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que señala que la región se encuentra en un proceso de ralentización, afectada por la incertidumbre y la volatilidad en el contexto internacional. La Cepal ha disminuido su proyección de crecimiento en siete décimas respecto a la que tenía en abril pasado.
La proyección del organismo internacional es similar a la de BBVA Research en su más reciente informe, 'Situación América Latina Tercer Trimestre 2018', en el cual estima que la economía de la región crecerá 1,3% en 2018 y 2,1% en 2019, apoyada por el mejor comportamiento del sector externo y el impulso de la inversión.
En su 'Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2018', la Cepal indica que por subregiones, los países de América del Sur crecerán en promedio 1,2% este año, mientras que América Central lo hará en 3,4% (ver tabla al final del texto). "El crecimiento regional se da en un escenario global complejo, caracterizado por conflictos comerciales entre Estados Unidos, China y otras naciones; riesgos geopolíticos crecientes; una caída en los flujos de capitales hacia los mercados emergentes en los últimos meses y un alza en los niveles de riesgo soberanos; depreciaciones de las monedas locales frente al dólar; y una expansión económica mundial que tiende a perder dinamismo", señala el organismo.
En materia fiscal, considera que las medidas adoptadas por los países para consolidar la fiscalidad han generado una reducción del déficit primario, que pasaría de 0,8% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2017 a 0,5% del PIB en 2018. En ese sentido, la Cepal pide redoblar esfuerzos para generar una reactivación de las economías sin caer en ajustes fiscales excesivos. Al respecto agrega que la integración regional puede jugar un papel fundamental y ser el camino a seguir.
Se reduce la deuda
Los niveles de deuda de la región muestran una mejora. En efecto, la deuda se redujo al finalizar el segundo trimestre de este año a un 37,9% del PIB, desde 38,8% a finales de 2017, gracias a menores déficits fiscales y a una diferencial de tasas negativa.
Las emisiones de deuda de los países de la región en los mercados internacionales mostraron una tendencia a la baja en el primer semestre del año. De acuerdo con la Cepal, se han comenzado a observar los efectos de los mayores niveles de riesgo país y de una menor disponibilidad de financiamiento hacia los mercados emergentes. "Las emisiones brutas de bonos de América Latina y el Caribe en los mercados internacionales alcanzaron un monto de 68.719 millones de dólares en los primeros seis meses de 2018, un 7% menos que en igual período de 2017. Con excepción de México, donde las emisiones aumentaron de forma importante, en la mayoría de los demás países las emisiones en la primera mitad del año han sido menores que en el primer semestre de 2017, destacándose el caso de Argentina, con una caída del 37%".
Las emisiones brutas de bonos de América Latina y el Caribe en los mercados internacionales alcanzaron un monto de 68.719 millones de dólares en los primeros seis meses de 2018.
Por otro lado, la Cepal resalta que la inflación ha mostrado una tendencia a la baja en los primeros cuatro meses de 2018, excluyendo a Venezuela, con un promedio del 4,9% anual en abril, frente al 6,2% del mismo período de 2017. Sin embargo, los precios repuntaron en mayo y junio y la inflación interanual del primer semestre se ubicó en 5,9%, en promedio.
Debido al mejor comportamiento de los precios, el organismo internacional considera que las autoridades monetarias cuentan con espacio para adoptar políticas de estímulo a la demanda agregada, particularmente en los países que no se han visto afectados recientemente por la volatilidad cambiaria. Y es que en el primer semestre de 2018, la volatilidad cambiaria se ha incrementado, y se ha acentuado la depreciación de las monedas de la región, especialmente a partir del segundo trimestre del año.
La inversión crece
La Cepal dedica un capítulo especial al comportamiento de la inversión en América Latina y señala que si bien ha aumentado en las últimas dos décadas cerrando la brecha frente a otras regiones del mundo, "se requiere un esfuerzo adicional para promover los encadenamientos productivos de esta inversión y así apuntalar el crecimiento económico".
De acuerdo con sus cifras, la formación bruta de capital fijo (inversión fija) aumentó del 18,5% al 20% como proporción del PIB entre 1995 y 2017, siendo el sector de la construcción el de mayor participación, con un 67,5% de la inversión total.
Según el estudio, los niveles de inversión privada superaron en 2017 a los de la inversión pública, con un 80,3% frente a un 19,7% de participación, respectivamente. En este aspecto, para la Cepal “es necesario tener una mirada estratégica de la inversión pública, en tanto esta juega un papel importante en potenciar la inversión privada, genera un efecto de crowding-in (atracción hacia el sector privado), así como en la provisión de bienes públicos centrales para impulsar el crecimiento”.
El informe concluye que si bien se han hecho importantes esfuerzos para aumentar los flujos de inversión, el desafío de la región es mejorar su composición sectorial para incentivar la productividad de las economías.
De acuerdo con la Cepal, las economías de América Latina crecerán 1,5%, en promedio, durante 2018.