América Latina afronta una desaceleración económica generalizada
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha dado a conocer su nueva proyección de crecimiento para la región este año, situándola en 0,5%, una cifra muy similar a la estimación del 0,6% que anunció la semana pasada el Fondo Monetario Internacional (FMI). Las estimaciones de estos dos organismos son más pesimistas que la anunciada por BBVA Research en su informe Situación Latinoamérica Tercer Trimestre 2019, que proyecta un 1% de crecimiento para 2019.
Las reducciones de hasta ocho puntos porcentuales que han realizado tanto la Cepal como el FMI a sus proyecciones anteriores están motivadas por el mal desempeño de la inversión y las exportaciones, la ralentización del consumo y la caída del gasto público. A esto se suma un incremento de la deuda y la dificultad para sacar adelante reformas macroeconómicas importantes, especialmente en Brasil y México. Todo esto, en un contexto internacional complejo, con tensiones comerciales y problemas geopolíticos, y ante una desaceleración del crecimiento mundial y mayor volatilidad financiera.
A diferencia de años anteriores, en 2019 la desaceleración será generalizada y según la Cepal afectará a 21 de los 33 países de América Latina y el Caribe. En promedio, se prevé que América del Sur crezca 0,2%, América Central 2,9% y el Caribe 2,1%. En cuanto a las dos principales economías de la región, para Brasil se proyecta un crecimiento de apenas 0,8% que coincide con el del FMI, mientras que BBVA Research lo estima en 0,9%. Para México se prevé un Producto Interno Bruto (PIB) de 1,0% en el caso de la Cepal, de 0,9% el FMI y de 0,7% BBVA Research.
En su informe Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2019, el organismo de Naciones Unidas señala que la política macroecónomica en la región se ha visto afectada por la contracción del espacio fiscal en los diferentes países y las dificultades que enfrentan algunos de ellos para sostener políticas monetarias expansivas.
Al respecto, la Cepal señala que "los efectos de la creciente volatilidad cambiaria y de las mayores depreciaciones limitarían la posibilidad de los bancos centrales de la región para profundizar políticas de estímulo a la demanda agregada, a lo que se suma el hecho de que los condicionantes estructurales acentúan la vulnerabilidad externa y no ayudan a dinamizar el crecimiento (estructura exportadora centrada mayormente en bienes primarios y caída tendencial de la productividad)".
Además de la baja productividad, advierte sobre el empeoramiento del mercado laboral, con un aumento del trabajo informal y una tasa de desocupación urbana que se sitúa alrededor del 9,3%.
La Cepal ha dado a conocer su nueva proyección de crecimiento para América Latina este año, situándola en 0,5% desde el 1,3% anterior.
Medidas fiscales, monetarias y de productividad
La Cepal ha llamado la atención sobre la importancia de ampliar el espacio fiscal, así como de reorientar las políticas de inversión, productividad y monetarias para hacer frente a la desaceleración y dinamizar la economía.
En materia fiscal ve necesario reducir la evasión tributaria y los flujos financieros ilícitos, impulsar la adopción de impuestos a la economía digital, gravámenes medioambientales y relacionados a la salud pública, así como reevaluar los gastos tributarios para alinearlos hacia la inversión productiva.
En el área monetaria, consideran importante promover el crecimiento económico sin comprometer la estabilidad cambiaria y de precios, mientras que en materia de inversión y productividad estiman que es fundamental elevar la participación de los sectores intensivos en conocimientos en la estructura productiva, reorientar las inversiones hacia los sectores de mayor dinamismo, y adoptar políticas de estímulo que tengan impacto en términos de innovación, aprendizaje y empleos de calidad.