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Fundéu BBVA 15 sep 2017

¿Al alza o a la alza? Diez sustantivos femeninos que parecen masculinos

En todas partes hay normas: en el fútbol no se permite marcar gol con la mano, mientras que en el baloncesto no valdría una canasta con el pie; en los restaurantes se espera a que a todos los comensales les sirvan el primer plato, pero con el segundo no ocurre nada por atacar el solomillo mientras otros invitados suspiran por su bacalao.

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¿Tiene lógica?, ¿sufriría la especie humana un revés cataclísmico si pudiese rematarse con el puño o la regla de esperar se extendiera al segundo plato?

Arbitrarias o no, la lengua también tiene sus normas y una de ellas es que los sustantivos femeninos que comienzan por a tónica se escriben con el artículo el, en vez de con la, cuando este va directamente antepuesto. Decimos —y aquí llega la lista anunciada en el título— el hacha (afilada)el asma (alérgica)el arpa (melodiosa), el aura (misteriosa)el agua (fría)el alma (rota)el alta (médica)el acta (firmada)el área (pequeña) y, en economía, el alza (tarifaria, generalizada histórica, y no el alza tarifario, generalizado ni histórico). 

Quizá influidos por estos adjetivos femeninos, los problemas se presentan con la expresión al alza, a menudo convertida inadecuadamente en a la alza: «El dólar continúa a la alza», donde lo apropiado habría sido escribir al alza.

Algunos especialistas, en lugar de interiorizar la norma española, abrazan el inglés, ese gran desfacedor de dudas, y toman prestado el sustantivo rally. Pues bien: sépase que en lenguaje económico no tiene nada que ver con competiciones de automóviles o motocicletas, sino que significa ‘alzarepuntesubida recuperación’: «La divisa europea continúa el rally en el que lleva inmersa desde finales de junio», donde podría haberse optado por cualquiera de los anteriores sustantivos.

Francamente, cualquier lector no avezado, poco ducho en el mundo de las finanzas, tenderá a malinterpretar la oración anterior. Familiarizado con el sentido de la competición deportiva, probablemente entienda que el euro lleva más de un mes sin control, con subidas y bajadas y giros inesperados en la cotización. Desde el punto de vista informativo, el uso de rally resulta ambiguo.

Por si eso fuera poco, también encontramos frases como «A Trump se le olvida que este rally alcista del Dow Jones es herencia del Gobierno de Barack Obama». Natural: las subidas suelen ser alcistas. Pero, claro, como la idea de repunte no es transparente en rally, apoyamos el anglicismo con un adjetivo español y conseguimos una deforme expresión redundante.

Como siempre puede rizarse el rizo, basta investigar un poco para dar con noticias como «La emisora lleva una rally de cuatro semanas consecutivas de baja». ¿Una rally? Vamos a ver: ¿cuál es la ventaja del anglicismo si ni siquiera nos ponemos de acuerdo con el género?

Y esto, en fin, por no hablar de que una subida de cuatro semanas de baja es tan disparatado como imaginar a la selección de Inglaterra protestándole al juez de línea: «¡Ha sido mano de Maradona!, ¡que baje Dios y lo vea!».