¿Alquilar es tirar el dinero?
La situación del precio de los alquileres ha provocado que el “alquilar es tirar el dinero” resuene de nuevo, sobre todo entre los más jóvenes. Sin embargo, en cuestiones de vivienda, hay muchos factores que inclinan la balanza hacia un lado u otro. Todo depende de la situación de cada persona.
Hace un año, los españoles tenían una visión positiva respecto al alquiler, sin embargo, un estudio reciente del portal inmobiliario Fotocasa indica que la tendencia ha dado la vuelta: “gana fuerza la opción de la compra como buena inversión o la idea de que alquilar es tirar el dinero, así como los convencidos de que es la mejor herencia que se puede dejar a un hijo”, explica el informe. Sin embargo, en países como México, el precio de la vivienda ha hecho que sus habitantes, según un informe del portal inmobiliario Lamudi, prefieran alquilar, al igual que en Europa donde es una tendencia que se mantiene al alza. Ante estos cambios de mentalidad, la pregunta de siempre vuelve con fuerza: ¿alquilar es realmente tirar el dinero? ¿Cuáles son los pros y los contras de esta opción para los más jóvenes?
Cuota fija o variable
Ahora mismo, según el comparador HelpMyCash, en España sale más barato pagar la cuota de una hipoteca que un alquiler, pero antes de lanzarse a comprar, hay que tener garantizada una solvencia. Los préstamos que otorgan las entidades bancarias cubren un máximo del 80% del valor de tasación, por lo que la persona interesada en comprar la casa tendrá que tener ahorrado el 20% del valor de la propiedad para conseguir la hipoteca. Además, deberá correr con los gastos de la escritura e inscripción de la hipoteca y la propiedad y pagar los gastos de notaría, registro, tasación, gestoría e impuestos.
El Euribor, que se utiliza como referencia para calcular los intereses que se pagan en una hipoteca a tipo variable, se mantiene estable y cotiza a la baja, lo que supone un abaratamiento de las hipotecas. Este es uno de los motivos que ha animado a muchas personas a plantearse comprar una vivienda, aunque siempre hay que tener en cuenta que este tipo de interés puede volver a subir. Antes de comprar, conviene calcular la cuota en distintos escenarios, según la variación del Euríbor, para comprobar que se pueda hacer frente a los pagos.
En un alquiler, el precio acordado con el propietario se mantiene estable durante el tiempo que dure el contrato. No hay que pagar gastos de entrada (salvo una fianza, que será devuelta al término del contrato si no hay ningún contratiempo) y la persona está exenta de tener que hacerse cargo de gastos extras como el pago de la comunidad de vecinos, derramas, seguro del hogar, mantenimiento o el pago del IBI. El problema es que el mercado del alquiler se rige por la oferta y la demanda y el propietario puede modificar el precio, al acabar el contrato, según la zona y las condiciones del inmueble. Esta situación puede llevar al arrendatario a tener que cambiar de vivienda por no poder afrontar la subida del coste de la casa.
Situación vital
El estilo de vida que lleve cada persona también influye mucho a la hora de decidir si compensa más alquilar o comprar. Sentirse propietario de una casa da una sensación de seguridad que para muchas personas es muy valiosa. Por otro lado, el alquiler es flexible, permite vivir en zonas más caras a las que de otro modo no se podría acceder pero, al estar limitado al tiempo del contrato, la persona tiene una mayor sensación de inestabilidad. Si el contrato acaba y no se renueva, tendrá que mudarse.
Propietario… o no
Una de las razones más poderosas por las que una persona decide comprar una casa es que, al cabo de los años, se convierte en propietaria de la misma. Sin embargo, la primera garantía de la hipoteca es el inmueble por lo que, si la persona sufriera un revés económico y no pudiera afrontar el pago de las cuotas de la hipoteca, correría el riesgo de perderlo. En el caso del alquiler, la persona nunca será propietaria de la vivienda por muchos años que pase en ella, por lo que es un gasto que no revertirá en el aumento de su patrimonio.
Por lo tanto, a la pregunta “¿alquilar es tirar el dinero?”, la respuesta es: “depende”. Antes de tomar la decisión, hay que tener en cuenta el músculo financiero con el que se cuenta, si ha llegado el momento o no de asentarse, la estabilidad de la situación laboral, las consecuencias si no se pueden afrontar los pagos, etc. Para ayudar a decidirse, la herramienta BBVA Valora permite realizar cálculos estimados de valoración de viviendas que más le gusten a cada uno, para que pueda evaluar si es preferible comprarla o alquilarla. En el caso de que se decida por lo primero, podrá hacer una simulación de cómo afectaría una hipoteca a su situación financiera. De esta forma, le será mucho más fácil tomar la mejor de las decisiones.