Alimentos liofilizados para deportistas
Las condiciones a las que se enfrenta un alpinista son adversas por naturaleza. El cuerpo humano no está habituado a comportarse con normalidad a una determinada altura. Los síntomas pueden ir desde los mareos o las nauseas hasta casos más extremos por prolongadas exposiciones a la altura, como pueden ser congelaciones o el temido síndrome de Ménière.
Éste es uno de los temas que más cuida Carlos Soria. El veterano alpinista siempre ha hecho gala de su prudencia. Conoce a la perfección lo que sufre el cuerpo en altura y por ello siempre toma medidas preventivas. Uno de los síntomas más habituales que aparecen tras una larga exposición a la altura y que puede parecer poco relevante, es la pérdida del apetito, o lo que es lo mismo, la altura provoca que nuestro deseo de alimentarnos desaparezca.
Para luchar contra esto, Carlos Soria ha decido cortar por lo sano y pedir ayuda a quienes mejor saben de cocina, los hermanos Roca, propietarios del mejor restaurante del mundo en 2013. El Celler de Can Roca, además de ser un referente mundial y desarrollar una cocina creativa del más alto nivel, trabaja en diferentes líneas de investigación culinaria. Una de ellas, la liofilización, es la gran protagonista de un menú histórico y vanguardista, especialmente diseñado por Jordi Roca desde sus fogones en Girona, y que se cocinará por los miembros de la Expedición BBVA en su camino hacia la cumbre del Annapurna.
El proceso de liofilización se produce congelando el producto en cuestión y separando el agua que contiene desde el estado sólido al gaseoso, todo ello con una cámara de vacío. De esta forma, el alimento no pierde ninguna de sus características de sabor y propiedades. Un gran avance con gran utilidad para deportes como el alpinismo, en el que el montañero no puede ir muy cargado, necesita alimentos que le despierten el apetito y no cuenta con gran cantidad de agua. Es así como el producto “vuelve a la vida”, con apenas una pequeña cantidad de agua.
Jordi Roca ve en la liofilización un campo con grandes aplicaciones, desde los astronautas hasta la posibilidad de hacer una línea de barritas de muesli saladas. Habrá que esperar a probar una barrita de tortilla de patata “made in celler”.