Cómo ajustar el gasto para las vacaciones de Semana Santa
Las vacaciones de Semana Santa son muy apreciadas por lo que suponen de receso tras el largo trimestre invernal. Son muchas las personas que aprovechan esos cuatro o cinco días festivos para cambiar su rutina por unas vacaciones lejos de su domicilio habitual, por ello se pueden aplicar una serie de pautas que servirán de ayuda para que el gasto de esta escapada no se dispare.
El gasto vacacional puede convertirse en una trampa si no se es consciente del desembolso en el que se va a incurrir. Suele recomendarse que el gasto aproximado a realizar a lo largo del año en actividades de evasión y descanso no supere aproximadamente el 1,5% de los ingresos anuales del hogar. Asimismo, y para no tener que hacer frente a un desembolso importante llegado el momento, se aconseja destinar un porcentaje determinado del presupuesto de cada mes durante todo el año.
A la hora de pensar en unas vacaciones es clave saber qué tipo de viaje se quiere realizar. No es lo mismo pensar en un lugar para el descanso que en un destino de aventura o en un enclave de carácter cultural. Resuelto este aspecto, llega el momento de decidir cómo se va a viajar.
El desplazamiento
Siendo las de Semana Santa unas vacaciones de corta duración, el aprovechamiento de los tiempos en los desplazamientos puede resultar clave. Recorrer España de norte a sur en coche puede ser una buena idea para descansar una quincena en verano y, sin embargo, puede hipotecarnos casi la mitad del tiempo disponible durante las cortas vacaciones primaverales. Una previsión temprana facilitará encontrar billetes de avión más económicos, pero en el caso de tener que tomar una decisión con las fechas a la vuelta de la esquina, elegir el destino en función de la oferta de vuelos disponibles nos puede colocar en una situación muy ventajosa.
Si se va a viajar por carretera escoger bien la hora de salida y retorno minimizará la posibilidad de encontrase con atascos con el consiguiente ahorro de tiempo y combustible. Incluso si prefiere no ponerse al volante, se puede recurrir a contratar los servicios vehículo compartido tan extendidos hoy en día como es el caso de BlaBlaCar.
La estancia
Otra de las claves para ajustarnos al presupuesto disponible pasa por acertar con el alojamiento. Tanto si la oferta es o no amplia, las posibilidades a la hora de elegir se han incrementado considerablemente en los últimos tiempos. A las tradicionales plazas hoteleras se han sumado otras alternativas como los servicios de casa compartida o los alquileres de piso a través de servicios como el conocido Airbnb. La entrada de estos nuevos actores en el negocio del alojamiento no sólo han hecho que se incremente el número de plazas disponibles sino que ha llevado a la hotelería tradicional a ser más flexible y a adecuar sus tarifas en función de nuevos parámetros.
Estudio previo
Independientemente del estilo de vacaciones que se escoja, es altamente recomendable preparar cómo van a ser los días de asueto. Conocer de antemano el tamaño y la características del lugar de destino, las posibilidades de ocio que ofrece, elegir las actividades que se van a realizar, cómo van a ser los desplazamientos por la zona o descubrir la oferta hostelera con la que cuentan puede suponer un ahorro presupuestario relevante.
El pago a crédito
Si nuestras finanzas gozan de buena salud no hay que dejar pasar la posibilidad de aprovechar las ofertas de pago a plazos con la tarjeta de crédito. Un breve estudio sobre las condiciones de este tipo de ofertas puede hacer que se decida por esta opción sobre todo si no se ha sido previsor a la hora de destinar un cierto ahorro mensual para las vacaciones.
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Imprevistos y regalos
No es infrecuente que pese a que se haya realizado una planificación concienzuda del viaje, surjan imponderables. Estar fuera de casa y tener que hacer frente a un pago no esperado puede suponer un cierto contratiempo. Se recomienda destinar una partida de alrededor de un 15% del presupuesto asignado para las vacaciones para tal efecto.
Análisis posterior
Conviene hacer un pequeño balance de cómo han ido las cosas a la vuelta del viaje y dejarlo debidamente documentado. Las conclusiones sobre los posibles aciertos y errores que se hayan cometido van a servir de histórico para otras ocasiones. Dedicar media hora para revisar los aspectos más destacados de las vacaciones apenas supone esfuerzo y sin embargo puede resultar de gran ayuda a futuro.