¿Ahorran más los empleados que teletrabajan?
La pandemia ha traído muchos cambios en la vida cotidiana, entre ellos, la generalización del teletrabajo. Realizar las tareas laborales desde casa afecta a muchos aspectos del día a día, también a las finanzas. Entre los cambios más destacables, los expertos señalan el aumento del ahorro.
La crisis de salud y económica provocada por la COVID-19 y las medidas de distancia física han obligado a muchas empresas a instaurar el teletrabajo a gran escala. Solamente en España, según publica un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas y la Universidad de Valencia, el porcentaje de personas teletrabajando pudo alcanzar el 34% durante el confinamiento.
La opción de trabajar a distancia ha sido el salvavidas de millones de trabajadores en Estados Unidos donde, según un estudio del Pew Research Center, entre febrero y marzo de 2020, se perdieron 2.9 millones de empleos, de los cuales 2.6 no podían desempeñarse mediante el teletrabajo.
A tenor de la experiencia vivida, los expertos auguran que el teletrabajo será una modalidad a tener en cuenta en el futuro, pero ¿cómo afecta a las finanzas de los empleados? Estas son algunos de los beneficios y también de las desventajas que el teletrabajo puede traer a la economía personal.
Aumento del ahorro
Trabajar desde casa permite ahorrar en gastos como el transporte público o los derivados del uso del coche; las comidas y cafés fuera de casa; la compra y el cuidado de la ropa de trabajo, etc.
Este es uno de los aspectos que más aprecian las personas que trabajan a distancia. Así se desprende de la encuesta ‘Los españoles quieren teletrabajar’, presentada por la Cámara de Comercio de España, en la que el 62 % de los participantes valora gastar menos en desplazamientos y el 59 %, en gastos personales (ropa y alimentación). “El ahorro por esta forma de trabajo no es solo para la empresa”, indica el estudio. “Los trabajadores podrían ahorrar cada año entre 264 y 660 euros en transporte y hasta 616 euros en comida”.
Esta situación se está repitiendo en países, como Estados Unidos, donde un estudio de la plataforma de trabajo Upwork ha publicado que sus ciudadanos están ahorrando un total de 630 millones de euros al día gracias al teletrabajo.
Gastos imprevistos
Tener una buena conexión de internet es algo básico para empezar a teletrabajar, así como disponer de toda la tecnología necesaria para realizar el trabajo (ordenador, auriculares, periféricos…). Muchas compañías se han encargado de proveer al empleado con los equipos necesarios, pero hay casos en los que el trabajador, debido a la premura del confinamiento, se ha visto obligado a asumir el coste de los equipos y herramientas para hacer sus tareas.
El gasto energético es otro factor a tener en cuenta. En cada casa hay varios electrodomésticos que consumen electricidad de forma continuada. Por ello, y para disminuir su impacto en la factura, es bueno apagarlos cuando no se utilicen o no sean necesarios. Por ejemplo, si es de día, es preferible abrir las cortinas en vez de encender las lámparas. También hay que apagar la televisión si no se está viendo. Dos pequeños gestos que evitarán que estos gastos hagan mella en nuestro bolsillo.
Tampoco se debe abusar de la calefacción o del aire acondicionado, dos de los aparatos que más consumen en un hogar. Llevar a cabo un consumo moderado y responsable intentando que la casa tenga una temperatura adecuada (unos 21 ºC en invierno y 26 ºC en verano) y no caer en extremos, ayudará a mantener controlados el consumo y gasto energético. También es positivo usar bombillas LED o de bajo consumo, ya que gastan hasta 10 veces menos energía que las tradicionales.
El teletrabajo puede aportar algunas ventajas para las finanzas personales y pueden ayudar al bolsillo, lo que incrementará la salud financiera de las personas y su resiliencia de cara a futuros retos económicos.