“Ahora más que nunca acompañamos a nuestros emprendedores para que salgan adelante”, director general FMBBVA
Casi un millón de emprendedores en América Latina tiene un microcrédito con una de las seis entidades de la Fundación Microfinanzas BBVA. De ellos, el 84% son vulnerables, es decir, que están en situación de pobreza o con un riesgo alto de caer en ella. Por eso, y ante la emergencia sanitaria que estamos viviendo,se han establecido las medidas necesarias para mitigar su impacto en los pequeños negocios de sus clientes, a menudo su única fuente de ingresos.
Todos aquellos afectados por la pandemia, ya sea por el confinamiento o por la enfermedad, podrán disponer de una línea de crédito, con la que reprogramar los pagos y tener periodos de gracia de hasta cuatro meses, como es el caso de Bancamía, la entidad en Colombia, que además aumenta los límites de las transacciones para dar mayor liquidez a sus clientes.
El resto de entidades, Financiera Confianza en Perú, Banco Adopem en República Dominicana, Microserfin en Panamá o las chilenas Emprende y Fondo Esperanza también ofrecen soluciones flexibles adaptadas a las circunstancias de los emprendedores. Además, Fondo Esperanza, que atiende a más de 120.000 personas en Chile, está impulsando la campaña #ChileComparte, para repartir cestas de alimentos a los sectores más excluidos.
Las seis entidades de la FMBBVA cuentan con varios canales de atención al cliente, como aplicaciones de banca móvil, oficina virtual a través de su página web o atención directa de su asesor de crédito, y ponen a disposición de los clientes cajeros de BBVA (en Colombia y Perú), de otros colaboradores y su red de corresponsales.
Teletrabajo y reducción de la plantilla en las oficinas
Para proteger la salud de los trabajadores y siguiendo las medidas de confinamiento total o parcial que los cinco países están adoptando, casi el 100% de los servicios administrativos trabaja en remoto y se ha fomentado la flexibilidad en todo el grupo para asignar los recursos donde sean más necesarios. Además, y con el fin de garantizar el acceso a los servicios financieros, esenciales para la población, las oficinas siguen abiertas con el personal indispensable y los horarios reducidos.
Todas estas medidas, que están alineadas con el propósito de la Fundación –el desarrollo sostenible de emprendedores en vulnerabilidad–, responden a las tres prioridades de la FMBBVA en estos momentos: la salud de las personas –tanto de los 8.300 empleados de todo el grupo como de los 2,2 millones de emprendedores–, la continuidad de la actividad y la sostenibilidad en el medio y largo plazo.
Según señala el director general de la Fundación, Javier M. Flores, “en momentos como este queremos estar aún más cerca de nuestro clientes, emprendedores con pocos recursos a los que, en situaciones difíciles como la que enfrentamos, necesitan más que nunca que les facilitemos la oportunidad de seguir adelante con sus negocios y mejorar sus vidas”.