Cinco claves para entender la segunda parte de El Quijote
La obra de Miguel de Cervantes sigue avanzando capítulos en su versión radiofónica. El Quijote del siglo XXI versión sonora nos acerca de la mano de RNE, y con el apoyo de la Fundación BBVA, no sólo las vivencias del ingenioso hidalgo y su escudero, también los secretos y curiosidades que se esconden en la obra cumbre de nuestras letras. Una vez más, compartimos los más interesantes:
-Don Quijote vive un encuentro onírico con otros caballeros andantes y personajes literarios a los que admira. Lo hace en un estado de ensoñación en el que cae mientras se encuentra en la Cueva de Montesinos. Con ellos dice sentirse ‘liberado’, pues los considera su familia. Este pasaje es una muestra de la retórica aristotélica de la que Cervantes se valió para igualar momentos verosímiles con inverosímiles.
-En la obra de Miguel de Cervantes aparece un mono adivino. Don Quijote y Sancho Panza, fascinados ante este personaje, le preguntan sobre la veracidad de los hechos sucedidos en la cueva, ya que es capaz de revelar sucesos pasados y presentes. El mono les responde que son ‘en parte falsos, en parte verdaderos’. Este mono pertenece al Maese Pedro, quien ya apareció en la primera parte como Ginés de Pasamonte, un galeote liberado por Don Quijote. Este es un personaje-puente que funciona como nexo entre los dos tomos de la obra.
-Sancho Panza acaba creyéndose sus propias mentiras porque se ha ido quijotizando, imaginando realidades paralelas. Cuando en la primera parte de la obra, Don Quijote le envía a entregar una carta a Dulcinea, Sancho no puede hacerlo y le engaña diciendo que lo ha hecho. Para evitar que Don Quijote le descubra vuelve a mentir, afirmando que su amada sufre un encantamiento y por eso el caballero no puede conocerla. En esta segunda parte, Sancho termina creyéndose sus propias mentiras, confundiendo la realidad con sus invenciones. Y, es el encantador quien termina encantado…
-En El Quijote, nuestro ingenioso hidalgo vive otras existencias además de la suya. En el sentido figurado, claro. Don Quijote se inventa la vidas de otras personas para meterse en ellas, compartir sus vivencias, entrar y salir. ¿Y cómo lo hace? Leyendo. “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”, dice el caballero andante por excelencia de la literatura española.
-A medida que avanzan los capítulos de la segunda parte, asistimos al desaliento de Don Quijote, menos soñador y más pesimista. El hidalgo poco a poco reconoce su impotencia, mostrando un cansancio de la fantasía y un agotamiento de la mirada poética que tenía sobre el mundo. Este desgaste se evidencia en que en la primera parte de la obra, Don Quijote estaba seguro de enfrentarse a gigantes cuando lucha contra los molinos; en la segunda parte, cuando él y Sancho Panza llegan arrastrados por la corriente a unas aceñas (molinos harineros ubicados en los cauces de los ríos), se refiere a éstos como algo que se parece a unos molinos, acercándose mucho más a la realidad.