4 curiosidades sobre la obra de Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha

Las andanzas de nuestra pareja preferida nos han llevado ya al final de la primera parte y a los capítulos iniciales de la segunda entrega, donde las anécdotas y secretos de Don Quijote, Sancho Panza y su creador son tanto o más interesantes que los revelados en anteriores artículos.

-Dentro de la narrativa del Quijote se cuelan otras historias. La obra de Miguel de Cervantes tiene relatos dentro del propio relato. Un ejemplo es El Curioso Impertinente, una novela que lee el cura Pero Pérez cuando nuestro ingenioso hidalgo y su escudero se encuentran en la venta de Palomeque. El Curioso Impertinente es la historia de un triángulo amoroso protagonizado por Lotario, Anselmo y su esposa Camila. Un buen día Anselmo pide a su amigo que corteje a su mujer para descubrir si le es fiel; al principio Camila le rechaza, pero poco después surge el amor entre ella y Lotario… con un trágico desenlace.

-La segunda parte de Don Quijote de la Mancha es un inmenso flashback. Cervantes escribió la muerte de Don Quijote al final de la primera parte de la obra. La razón es simple: el autor daba la novela por terminada con este capítulo. Dicen que el caballero andante vivió loco y murió cuerdo. Sea como sea, los capítulos que siguen a su fallecimiento y sepultura hacen referencia a la tercera salida de Don Quijote por tierras aragonesas y catalanas y su regreso a La Mancha.

-La primera y segunda parte de Don Quijote de la Mancha se escribieron con 10 años de diferencia. La aparición del Quijote de Avellaneda hizo espabilar a Cervantes con la escritura de la segunda parte, que quizá no hubiera podido terminar teniendo en cuenta la calma con que se lo estaba tomando. En el prólogo de esta segunda entrega, Cervantes se defiende con ironía de las acusaciones en este sentido proferidas por Avellaneda, alegando, entre otras razones, que era muy difícil novelar.

-En la segunda parte de la obra, Don Quijote y Sancho Panza son conscientes de que son famosos, de que la gente les conoce por sus andanzas. Es la primera vez en que se utiliza este recurso en una novela: alguien que tiene su propia historia entre las manos y puede hablar y comentar sobre ella. Es más, el propio Don Quijote llega a hacer crítica literaria sobre la obra de que la que es protagonista.