38 bancos contra el cambio climático: ¿Qué están consiguiendo?
El Compromiso Colectivo de la Acción para el Clima (CCCA, en sus siglas en inglés), está de aniversario. La iniciativa más ambiciosa del sector bancario global que apoya la transición a una economía de cero emisiones para 2050 cumple un año. Lo celebra con la publicación de su primer informe de seguimiento.
Este proyecto de la UNEP FI (Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) reúne a un grupo de 38 bancos que se han comprometido a alinear sus carteras crediticias (es decir, a conceder créditos a empresas comprometidas con el medioambiente) con el objetivo climático de limitar el calentamiento global por debajo de los 2 grados, luchando por conseguir 1,5 grados. Con más de 15 billones de dólares en activos, estos bancos están acelerando a su vez el compromiso de todos los signatarios de los Principios de Banca Responsable de las Naciones Unidas de cara a alinear su estrategia con los objetivos del Acuerdo de París. Aunque la mayoría de los bancos todavía tienen que implementar una serie de pasos antes de poder publicar una evaluación completa de las alineaciones de sus carteras o establecer objetivos, según concluye el informe, sí se han sentado las bases para que los bancos signatarios de este compromiso CCCA lo hagan a lo largo de los tres años posteriores a su adhesión.
Un año después de su firma, las entidades financieras adheridas han cumplido el compromiso de publicar sus medidas para alinear sus carteras con los objetivos climáticos internacionales. El informe contiene una descripción general de las medidas implementadas por los bancos firmantes, entre las que se encuentran el desarrollo de metodologías para evaluar la alineación de la cartera para reducir su exposición al carbón, políticas de exclusión para sectores como el carbón y las estrategias para ayudar a los clientes a reducir las emisiones. En paralelo, el documento constata que existe un uso creciente de escenarios climáticos científicos en las estrategias de los bancos para establecer sus objetivos de alineación con el Acuerdo de París.
Las entidades también aportan según refleja el informe “su liderazgo, orientación, herramientas y referencias a los más de 200 signatarios de los Principios de Banca Responsable, que en conjunto representan aproximadamente el 40% del sector bancario mundial”.
“Más de 10 meses después de una pandemia mundial, la sociedad está viendo y comprendiendo en términos crudos las consecuencias de las crisis y los riesgos sistémicos. Vemos claramente cómo nuestros sistemas económicos, cívicos y políticos están conectados y deben trabajar juntos para lograr las necesidades y objetivos de la sociedad”, recoge el primer informe de aniversario del Compromiso Colectivo de la Acción para el Clima.
Conforme avanza el tiempo -y si no se actúa- las posibilidades de cumplir con el acuerdo de París son cada vez menores, reconoce el mismo documento y, además, las consecuencias de varias décadas de inacción son cada vez más claras, tal y como demuestran los informes de desastres naturales. Sin embargo, frente al creciente desafío, la UNEP FI defiende en el informe que “a medida que la urgencia continúa creciendo, también lo hace nuestra ambición y nuestra responsabilidad de actuar”.
El CCCA considera una oportunidad para la reflexión el retraso de la COP26 como consecuencia de la pandemia de la COVID-19, que “ha permitido tanto a los gobiernos, como al sector privado, espacio para organizarse y tomar medidas enérgicas para detener esta crisis y determinar cómo las naciones avanzan conjuntamente en el acuerdo global, que se alcanzó en París”.
BBVA en el informe
El documento recoge la participación de BBVA en el piloto de la metodología PACTA (Paris Alignment Capital Transition Assessment, en inglés) en 2019, cuando la entidad realizó un análisis inicial de sus carteras de préstamos para alinearlas con los objetivos del Acuerdo de París sobre cambio climático.
La adopción de la metodología PACTA se ha impulsado además a través del Compromiso de Katowice, un acuerdo entre cinco grandes bancos derivado de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP24). Este grupo de entidades, conocido como los ‘bancos de Katowice’, se comprometió públicamente a desarrollar una metodología abierta que les permitiera alinear sus actividades progresivamente con los objetivos del Acuerdo de París.
En paralelo, el informe destaca las normas sectoriales de BBVA, como “un instrumento clave en su gestión de los riesgos ambientales y sociales en general, y climáticos en particular”. Como ejemplo, se recoge la política de exclusión de los proyectos de arenas bituminosas, que se introdujo en 2019.
El propósito de dicha normativa es abordar los aspectos específicos de la sostenibilidad y establecer un marco de decisión para la gestión de clientes y transacciones en aquellos sectores con mayor impacto en la naturaleza y las personas, y con mayor potencial para acelerar la transición a una economía baja en carbono, como el de energía, minería, infraestructura o agroindustria, entre otros. Aunque fueron aprobadas en 2018, estas normas sectoriales se actualizan para asegurar la alineación con la regulación internacional, las mejores prácticas y las demandas de los grupos de interés del Grupo.
El informe también destaca la relevancia de que los gobiernos conviertan los objetivos del Acuerdo de París en marcos legales para lograr un escenario ‘net zero’ de neutralidad de carbono, donde el sector financiero deberá adaptarse y asignar capital de acuerdo con su comprensión de las oportunidades y riesgos y su capacidad para maximizar el impacto. Como señala BBVA en dicho informe, “la transición climática requerirá importantes inversiones a corto plazo en muchas industrias. Además, los avances tecnológicos en eficiencia energética, energías renovables, movilidad eficiente o economía circular, hacen que la lucha contra el cambio climático sea ahora asequible y rentable, pasando de un mercado limitado a uno más masivo con enorme potencial empresarial ”.