2019, un año lleno de desafíos para las economías global y española
La actual desaceleración económica de algunas economías, el proteccionismo, las incertidumbres sobre la política económica, un ajuste brusco de China o el elevado endeudamiento son algunas de las sombras que amenazan con una posible nueva crisis económica mundial, pero que afectaría de forma desigual a las distintas regiones. “La percepción generalizada es que el punto de máximo crecimiento del ciclo expansivo de los últimos años ha quedado atrás”, señala Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico de BBVA Research.
2019 ha comenzado con una sensación económica menos favorable que 2018. En distintos puntos de la geografía mundial se acumulan elementos de riesgo que suponen una amenaza para el crecimiento de la economía global en 2019, y la española en particular. En primer lugar, y tal y como lo explica Rafael Doménech, de BBVA Research, hay que tener en cuenta los riesgos externos.
En los últimos meses se han acumulado señales preocupantes sobre el entorno internacional. El punto de máximo crecimiento del ciclo expansivo de los últimos años ha quedado atrás y la economía mundial se ha desacelerado. Mientras, la liquidez global ha empezado a disminuir, el volumen de deuda mundial (317% del PIB en el segundo trimestre de 2018) supera el nivel alcanzado antes de la última crisis.
En el caso de la eurozona, tras crecer un 2,4% en 2017, la desaceleración observada en 2018 continuará a lo largo de este año, con un crecimiento que apenas rondará el 1,5%. Cada décima de menor crecimiento en la zona euro supone de media aproximadamente una décima de menor crecimiento en España, salvo que otros factores lo compensen. Tras acabarse la expansión cuantitativa del BCE, los mercados esperan que en la segunda mitad de 2019 empiecen a subir lentamente los tipos de interés. El menor crecimiento del comercio internacional, el proteccionismo, el posible aumento de los populismos en las elecciones europeas, la renovación de puestos clave en instituciones europeas, el 'brexit' y las incertidumbres sobre Italia son amenazas importantes para el crecimiento europeo en 2019.
Al mismo tiempo, la desaceleración también continúa en la economía china, una de las más amenazadas por el proteccionismo y por la posibilidad de una guerra comercial con EE. UU. Los mayores estímulos monetarios y fiscales están siendo las respuestas a estas amenazas, aunque retrasan la reducción del elevado nivel de endeudamiento, algo necesario en plena transformación de su economía. La experiencia nos ha enseñado las dificultades de reducir niveles elevados de endeudamiento sin que la economía experimente un aterrizaje brusco.
En el caso de Estados Unidos el estímulo fiscal se irá agotando en 2019, al tiempo que la Reserva Federal (Fed) continuará disminuyendo su balance y aumentando los tipos de interés. Los mercados de valores y algunos segmentos de crédito han registrado ya pérdidas importantes como consecuencia de las expectativas sobre el cambio de ciclo que se avecina. La gestión de este escenario por la administración del presidente Trump será un auténtico test, tras las incertidumbres sobre la política económica que ha generado en los dos últimos años.
Riesgos para la economía española este año
Rafael Doménech destaca que, en 2018, la economía española habría crecido entre cuatro y cinco décimas menos que en 2017 (+3%), y las previsiones apuntan que la desaceleración continuará este año, en un contexto de mayores incertidumbres ante un entorno externo cada vez más complicado.
En cuanto a los riesgos internos, el turismo en España ha dejado de ser uno de los motores de recuperación, bien por su agotamiento o por la vuelta del turismo prestado de países como Turquía, Túnez o Egipto. Además, el consumo privado continúa su senda de leve desaceleración una vez desaparecida la demanda embalsada durante la crisis. Una elevada tasa de desempleo (14,6%), unos salarios que crecen por encima de la productividad y la baja capacidad de financiación frente al exterior son algunos de los retos que tendrá que resolver España. El ciclo de la economía española se está normalizando y seguir creciendo sin generar desequilibrios será uno de los retos que tendrá que superar en 2019.
Pero sin duda, uno de los principales problemas a los que se enfrenta la economía española son las incertidumbres políticas. Por un lado, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no se han aprobado todavía, la política fiscal es expansiva y los niveles de deuda pública y déficit elevados terminan convirtiéndose en grandes vulnerabilidades para la economía española.
Banco de España, Madrid
Toda esta incertidumbre afecta negativamente a las decisiones tanto de inversión de hogares como de empresas. El servicio de estudios de BBVA ha apuntado que, sin ellas, el PIB podría crecer alrededor de tres décimas más de lo previsto en 2019, lo que supondría la creación de unos 50 mil empleos más. A estos costes habría que añadir el de algunas medidas para aumentar el desempleo estructural (como la subida no modulada del salario mínimo en 2019). Además, si no se llevan a cabo medidas que aseguren la sostenibilidad del sistema de pensiones, la derogación del Índice de Revalorización de Pensiones tendrá un impacto negativo sobre los costes de financiación.
En este contexto, España necesita políticas que garanticen un mayor empleo y productividad, un crecimiento más equitativo con el que incentivar la innovación, mejorar el capital humano y aprovechar las oportunidades de la revolución digital.
Un reto económico a nivel mundial
Con todo lo anterior, mantener la confianza entre las diferentes geografías frente a un escenario lleno de incertidumbre, se convierte en uno de los grandes retos para la economía mundial de este año.
Debido a los avances realizados para mejorar aspectos como la regulación y supervisión bancaria de la zona euro, Europa estaría mejor preparada que en 2008 para afrontar una crisis internacional. Sin embargo, la Unión Económica Monetaria sigue sin completar la unión bancaria, fiscal, económica y política, dejando poco margen de maniobra al Banco Central Europeo . Por eso mismo, Rafael Doménech afirma que “el acierto de las políticas económicas nacionales para gestionar una desaceleración más intensa de la prevista será clave. Políticas que son particularmente relevantes para países como España, todavía presentan importantes vulnerabilidades por sus elevados niveles de paro y deuda política”.
"Políticas que son particularmente relevantes para países como España, todavía presentan importantes vulnerabilidades"
Otro de los puntos en el que habría que incidir es en las economías emergentes. Las tensiones financieras entre algunas de estas regiones podrían aumentar debido a las vulnerabilidades externas (déficit elevado, alto endeudamiento en moneda extranjera y unas reservas relativamente bajas para hacer frente a los desequilibrios) y la falta de políticas económicas adecuadas dadas las debilidades del entorno internacional.
Por otra parte, las subidas de tipos por parte de la Fed previstas en 2019 supondrá más presión sobre el endeudamiento de las empresas y el sector público y sobre la sobrevaloración de algunos mercados financieros. En el caso de que Estados Unidos entrara en recesión, el contagio sobre el resto de la economía sería relevante para el crecimiento económico global.
Pese a ser una situación poco favorable, el escenario planteado para el 2019 por BBVA Research es de crecimiento. En definitiva, un escenario donde la economía mundial se desacelera, las principales áreas económicas crecerán menos que en 2018 y el verdadero reto se encuentra en prevenir los múltiples riesgos que definen el panorama económico actual a nivel mundial.