2015, el año de la recuperación económica
El año que toca a su fin ha sido, como los últimos, una carrera de obstáculos. No obstante, España ha logrado superar con nota y cerrará con una “marca” cuanto menos considerada admirable por sus socios europeos (se espera un crecimiento del PIB del 3,2%). Como el resto de los países europeos, la economía española ha estado expuesta y sigue estando a diversos riesgos.
La incertidumbre de las economías emergentes y la ralentización del crecimiento de China, el fin del superciclo de materias primas, o el tercer rescate a Grecia, que evitó que el país heleno saliera del euro, han incidido en el devenir de la economía española. Con todo, España ha logrado sortear estas dudas gracias a las reformas implementadas internamente y, también, a factores externos como el menor precio del petróleo (que ha caído un 70% desde junio de 2014), la política monetaria expansiva del BCE a través de su programa de expansión cuantitativa, vigente hasta 2017, que han hecho posible que España crezca por encima del resto de Europa.
Evolución del paro: buena previsión para 2016
Esta mejora, prevista hace trimestres por BBVA Research, ha tenido su reflejo en primer lugar sobre el empleo. En 2014 y 2015 se han creado puestos de trabajo intensamente sin incurrir en un déficit de balanza por cuenta corriente, por primera vez en las últimas décadas. Y cuando despidamos el año, se habrán creado más de medio millón de empleos lo que, junto con el crecimiento previsto para 2016, “podría permitir que la tasa de paro se sitúe por debajo del 20% a finales del próximo año”, según cálculos del servicio de estudios de BBVA. De hecho, desde 2013 España y Alemania han concentrado el 60% de la creación total de empleo en la eurozona (2,2 millones).
En 2014 y 2015 se han creado puestos de trabajo intensamente sin incurrir en un déficit de balanza por cuenta corriente, por primera vez en las últimas décadas"
Crecimiento económico, baja inflación y desapalancamiento del sector privado
También el sector inmobiliario se ha beneficiado de esta positiva evolución y se espera que cierre el año con un crecimiento del 3,4%. A esto hay que añadir que la calidad crediticia mejora y la tasa de mora vuelve a niveles de abril de 2013. Algo similar sucede en el crédito, donde “el aumento de dos dígitos en el flujo de nuevo crédito, iniciado en 2015, permitirá que en 2016 comience a crecer el stock de crédito de nuevo”, señalan desde BBVA Research.
La demanda interna, particularmente la inversión de bienes de equipo y maquinaria, se mantiene como principal soporte del crecimiento y las exportaciones crecen por encima del 5% por segundo año consecutivo. Pero no todo han sido tan buenas noticias, la política fiscal ligeramente expansiva anticipa un incumplimiento del objetivo de déficit en 2015, frente al objetivo del 4,2%.
Con todo, y como señalan desde BBVA Research “España se encuentra en un círculo virtuoso donde confluyen crecimiento, baja inflación y desapalancamiento del sector privado, en una suerte de “divina coincidencia”. “Para reducir el desempleo de manera sostenida hay que mantener este círculo virtuoso, lo que exige continuar con las reformas estructurales durante los próximos años”, señalan desde el servicio de estudios de BBVA.